Revista cultural de la Biblioteca del IES Arjé



domingo, 30 de enero de 2011

Perro semihundido de Goya. Una invitación a la reflexión

Si bien una obra de arte es única, gracias a nosotros puede convertirse en una obra distinta, diferente, porque una sola obra podrá ser tantas como miradas confluyan en ella. Esto es lo que intentaremos mostrar en la sección que estrenamos en La Torre de Papel: la mirada del que aquí escribe, pero también la mirada de los otros curiosos internautas del planeta “arjestre” que observen esa misma obra y la interpreten, a su vez, desde su propia óptica. Por tanto, Arjeartis es una pequeña muestra de lo que el mundo del arte puede depararnos dentro y fuera de este blog. Un arte que para que esté vivo necesita de nuestra mirada, de nuestra asistencia a las exposiciones y a los museos, cuyas piezas renacen con nuestra visión. Así, como punto de partida de nuestra sección te invitamos a la participación y a comentar lo que a ti también te sugiere cada obra.
Hemos elegido Perro semihundido (1820-1823), de Francisco de Goya (1746-1828), del conjunto de sus Pinturas Negras (hoy en el Museo del Prado), por diversas razones. Sobre todas ellas, pesa sin duda alguna la fuerza expresiva y la turbación que transmite, y por ello se convierten en más que razones fundamentales. Ningún artista hizo algo parecido en ese momento. Goya llega a la cima de su expresividad artística en las obras con las que decora la residencia que adquiere a las afueras de Madrid, la Quinta del Sordo, y allí da rienda suelta a todos sus fantasmas. Ese mundo subconsciente, pleno de sagacidad, nos lo presenta a través de escenas de brujería, aquelarres y grotescos personajes que no son sino el testimonio pictórico de toda una metáfora plástica, como lúcido espectador, de los convulsos tiempos en los que le tocó vivir. Todo ello más cerca de una crónica negra que de la oscuridad que puedan tener los propios temas representados. Son un terrible reflejo de su atormentado mundo interior en un momento de su vida en que atisba lo que serían sus instantes finales, de enfermedad y exilio. Y es que el pintor decidió rodearse de estas escenas en su propia casa y mucho de su originalidad, riqueza y genialidad responde a que su misión no fue otra que el propio disfrute, tanto en el propio proceso de libertad creativa, como en el de su visión decorativa y estética posterior, repleta también de ironía. Y he aquí que aparece, entre todas esas escenas, la inquietante imagen de esta figura animal, entre los tonos ocres, amarillos y grisáceos de la pintura.
Nos llama la atención este perro, empequeñecido, apenas asomando entre la materia pictórica que parece asfixiarle y que también nos angustia a nosotros. ¿Qué quiso decirnos Goya con esta obra? Te invitamos a plasmar tu propia mirada…

Antología de la literatura fantástica




Este libro es una Enciclopedia. O mejor: una biblioteca entera. No en vano uno de sus autores, Jorge Luis Borges, fue bibliotecario mayor del Reino de Buenos Aires, y se quedó ciego catalogando libros, lo que no le impidió -Beethoven de la literatura- seguir inventando bibliotecas imposibles en imaginarios mundos posibles. Los otros dos autores, Adolfo Bioy y Silvina Ocampo (pareja en lo artístico y en la vida real), también eran unos embaucadores de marca mayor. Y los tres se propusieron en 1965, seleccionar en este libro lo mejor de la literatura fantástica y de terror, un género que, en realidad, es anterior a la literatura misma. Así, desde la Biblia hasta Julio Cortázar recopilaron este catálogo de horrores para mostrarnos el revés oscuro de lo posible pero, en realidad, lo que consiguieron fue una recopilación de la mejor literatura de todos los tiempos y en cualquier género. Por eso, en este libro, lo fantástico es una cuestión más cualitativa que de caracter.


Como en toda enciclopedia o Biblioteca que se precie, conviven los autores clásicos o indiscutibles (Petronio, don Juan Manuel, Rabelais, Maupassant, Poe, Kafka, H.G. Wells) con otros más modestos, ignorados o hasta inventados (como ese escurridizo Barry Perowne, que firma en "Punto Muerto" un alegórico "thriller" al más puro estilo Borges). De manera que, en cierto modo, este es también un libro trampa o juego, además de una curiosa historia de la literatura alternativa. El resultado de este batiburrillo es ciertamente espectacular: un libro que puede leerse entero o a plazos, al derecho y al revés; en orden cronológico o en “flash back”. Y un libro inolvidable que te atrapa una vez para no soltarte ya nunca.


El somellier que escancia hoy para vosotros esta excepcional bodega que es Antología de literatura fantástica, se atreve a recomendaros especialmente algunos caldos para su degustación inmediata: “La pata de mono” de W.W. Jacobs es el cuento más terrorífico de la historia, además de una metáfora sobre lo circular de la pobreza; “Los donguis” de Juan Rodolfo Wilcock, plantea una lúcida visión sobre el más ridículo de los Apocalipsis; “Tlön, Uqbar, Urbis Tertius” de Borges nos sitúa en el vértigo de lo posible con una facilidad que parece imposible; “Ante la ley” de Kafka es el primer Saw del cine de terror, además de inventar el juego de las muñecas rusas con mala leche; “el destino es chambón” de Pilar de Lusarreta es uno de los más felices descubrimientos del libro, no sólo por su lenguaje sino por su peripecia. Pero, sobre todo, quien esto escribe ni pudo ni ha podido nunca resistir la estremecedora pesadilla que Villiers de L´Isle Adam perpetra ante nuestros atónitos ojos en “La esperanza”. Siete páginas de espanto de las que se tarda en salir siglos.


Buen provecho.

miércoles, 19 de enero de 2011

Científicos españoles: esos grandes olvidados

En la foto: Mariano Barbacid

Un día pregunté a unos alumnos si conocían el nombre de algún científico español actual. Mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta de la dificultad que tenían para nombrar a algún científico español de cualquier época.
Es verdad que los investigadores científicos en España nunca han estado muy bien tratados (gran esfuerzo pero sueldos escasos, inestabilidad laboral, bajos presupuestos para sus investigaciones,…), pero a pesar de ello desde nuestro país hemos hecho y seguimos haciendo grandes aportaciones a la Ciencia. También existe la creencia general de que en España no se hacía ciencia hasta principios del siglo XX cuando Santiago Ramón y Cajal obtuvo el Premio Nobel por descubrir los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas. Pues bien, en la historia de nuestro país ha habido grandes científicos, sobre todo en el siglo XVI, cuando estábamos a la cabeza mundial de la técnica. Contábamos entonces con científicos e ingenieros brillantes pero poco conocidos. Dos de ellos, Juan de Celaya y Domingo de Soto, siguen siendo desconocidos incluso para muchos de los interesados por la ciencia española, a pesar de sus importantes aportaciones en el campo de la Física.
Es bastante difícil encontrar información sobre el valenciano Juan de Celaya (1490-1558). No suele aparecer como entrada ni en las grandes enciclopedias. Sin embargo fue capaz de enunciar la Primera Ley de Newton o Primer Principio de la Dinámica (una de las leyes más importantes de la física) ¡un siglo antes que Newton! ¿A qué este nombre sí nos suena?
Según nos dice Eduardo Battaner, Catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Granada, en su libro “Física de las Noches Estrelladas“: “Todos los países tienen la tendencia a atribuir a algunos de sus pretéritos hijos los grandes descubrimientos. Nosotros parece que no. Menéndez Pelayo nos cuenta que Juan de Celaya era escolástico degenerado, recalcitrante y bárbaro. ¡Injustos epítetos para el científico que enunció por primera vez una de las leyes más importantes de la Física!” Más adelante, Battaner también nos recuerda que gracias a que Juan de Celaya enseñó en París, donde gozaba de gran prestigio, conocemos hoy su importante contribución a la Ciencia. Durante su estancia en Francia escribió numerosas obras, sobre todo acerca de la Física de Aristóteles y el movimiento (tanto en Cinemática como en Dinámica). También publicó numerosos trabajos sobre Lógica y Filosofía y terminó su carrera como rector de la Universidad de Valencia.
Juan de Celaya había impartido clases en el Colegio de Santa Bárbara de París, donde tuvo como alumno a Domingo de Soto (1494-1570). Aunque más conocido que Juan de Celaya, muy escasos son los trabajos que han tratado la aportación a la Física de este ilustre segoviano. Domingo de Soto fue quien primero estableció que los cuerpos en caída libre (sin rozamiento) llevan una aceleración constante, lo que fue esencial para el estudio de la gravedad por Galileo y Newton. Hay que resaltar que hoy en día Galileo (1564-1642), quien realizó grandísimas aportaciones en muchas ramas de la Ciencia, es celebrado por haber obtenido este resultado ¡50 años después de Domingo de Soto! Con respecto a las experiencias de Galileo sobre el movimiento de los cuerpos, seguro que nos suena la anécdota (hoy generalmente considerada como inverosímil) de Galileo contradiciendo a Aristóteles mediante el procedimiento de lanzar distintos pesos desde lo alto de la Torre de Pisa y comprobando que dichos pesos llegaban al suelo al mismo tiempo. Sí se considera más creíble que en lugar de realizar dicha experiencia, utilizó planos inclinados y estudió el movimiento de esferas sobre ellos, siendo los resultados los mismos.
Además de otras importantes aportaciones científicas, Domingo de Soto escribió numerosas obras de Teología, Derecho, Filosofía y Lógica.
Con respecto a la pregunta que hice a mis alumnos, ahí van tres nombres de científicos españoles actuales candidatos al Premio Nobel por sus investigaciones en el campo de la Física, Química y Medicina:
Juan Ignacio Cirac (Director de la División Teórica del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en Alemania): físico sobresaliente, nacido en 1965, que destaca en el campo de la Física Cuántica. Ha desarrollado sistemas de ordenadores cuánticos que en un futuro revolucionarán la Informática por su posibilidad para realizar enormes cálculos y permitir unas comunicaciones mucho más seguras y eficaces.
Mariano Barbacid (Director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, en España): bioquímico y oncólogo, nacido en 1949, que consiguió aislar un gen humano mutado que nunca se había aislado anteriormente y que podía causar cáncer. Es una autoridad mundial en la lucha contra el cáncer.
Toribio Fernández Otero (Investigador del Centro de Electroquímica y Materiales Inteligentes, de la Universidad Politécnica de Cartagena): nacido en 1951, es un químico mundialmente conocido por sus investigaciones en la síntesis, propiedades y aplicaciones de los polímeros conductores. Estos materiales ofrecen enormes posibilidades. Gracias a las investigaciones de este científico, en 1992 se desarrollaron los primeros músculos artificiales, músculos sensores del ambiente y con sensibilidad táctil.
¿Y si el día de mañana tu nombre aparece en esta lista? Para conseguirlo debes empezar haciendo caso a Albert Einstein: “Nunca consideres el estudio como un deber, sino como una oportunidad para penetrar en el maravilloso mundo del saber”.

domingo, 16 de enero de 2011

Diez experiencias que cambiarán tu vida (y puedes encontrar en una biblioteca)


Aquí van, así del tirón, diez libros que van a cambiar tu vida sin necesidad de ir al psiquiatra o a "Pekin Express". Libros que, sin dudarlo, te van a dejar unas calles más cerca del paraíso de lo que lo estás ahora. Un "piercing" para el espíritu. Palabra del guardián.
Para no andarnos por las ramas: Tao Te Ching . Es el mejor libro del mundo. Nada va a ser igual después de leerlo, ni la cara del panadero. Lo escribió Lao Tse, un sabio chino que, según la leyenda, pasó cien años en el vientre de su madre. Vamos, un tipo cuanto menos paciente, pero que nació ya anciano, y sabiendo tela. Si aún no lo has leido te estás perdiendo tu libro favorito.
Y de los griegos Sófocles, cuyo Edipo Rey machaca fácilmente cualquier "thriller" de acción de ahora.
Hay dos clásicos españoles que dejan con la boca abierta a quien los lea, ya sea de Belicena o de Wisconsin: La Celestina, obra tal vez "demasiado humana" del judío español Fernando de Rojas, que escapó de la inquisición gracias a un divertido juego de adivinanzas; y Don Quijote de la Mancha de don Miguel de Cervantes, que recibió cañonazos de turcos y cornadas de hambre, y llegó a componer la más alta novela que han visto los siglos contando la historia de un chiflado en el país de la crueldad.
No hay que olvidarse tampoco de un misterioso hombrecillo inglés que empezó limpiando teatros y acabó escribiendo un puñado de obras fundamentales. Si tengo que destacar alguna diría El Rey Lear, la historia de un rey que tenía tres hijas... Sí, sí ¿a qué parece que empieza normalito? Pues ya veréis ya... Como ya habrá adivinado el lector atento se trata de William Shakespeare, que murió mirá tu por donde el 23 de Abril de 1616, el mismo día de Cervantes, al que no conocía de nada, por cierto. Dos genios con tanto en común y sin ni siquiera haberse saludado. Desde luego, no somos nadie...
Y de los franceses, Honoré de Balzac. Su Papá Goriot es la novela más desquiciadamente heroica que puedas echarte a la cara, como un puñetazo de rabia encima de una mesa coja.
Delgada como una anoréxica pero contundente como un guerrero sumo es La metamorfosis, del enfermizo oficinista checo Franz Kafka, que habla de cucarachas y de hombres, o de cómo los hombres podemos acabar como cucarachas.
Y por último un póker de ases: La conjura de los necios, de John Kenedy Toole, donde no hay ni un personaje al que no le falte un tornillo; el libro que da título a esta sección, El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger, un tipo tímido y escurridizo al que nadie ha visto la cara jamás, y puede estar en cualquier parte. Quizá sea tu vecino. Y al fin, Farenheit 451 de Ray Bradbury, terrible parábola de un mundo sin libros, contra el que estamos dispuestos a enfrentarnos. Nuestra base de operaciones será la biblioteca. ¡Lectores del mundo, uníos!

martes, 11 de enero de 2011

Pasen y vean...


Bien, amigos, aunque ahora tal vez os cueste percibir el prodigio al que estáis asistiendo, el de hoy es un momento histórico, pues comienza a edificarse la Torre de Papel, la revista cultural del Instituto. Resultado de las fuerzas conjuntas de alumnos y profesores del IES Arjé, nuestra Torre viene a combatir la simplona sociedad del "me gusta" y la marejada de incultura que por ahí quieren vendernos como producto inevitable de estos tiempos globalizados. La Torre ha venido para quedarse y desde sus páginas ofrecerá un estimulante combinado que despertará los espíritus más dormidos y hará enloquecer a los inquietos. Para ello la Torre cuenta con una tropa ciertamente de élite.

La Biblioteca de Babel te descubrirá mensualmente aquellos que eran ya tus libros favoritos sin tú saberlo.

El Mundo Sumergido es el hiperbólico concurso cultural de la Torre y zambullirá semanalmente a nuestros lectores en un laberíntico entramado de preguntas encadenadas sólo apto para mentes prodigiosas

Retrato del Artista adolescente convocará a las más despiertas figuras de la cultura arjeica, que serán retratados, entrevistados y dados a conocer al mundo.

Alta Fidelidad alimentará tus oidos con exquisitas degustaciones de los más selectos manjares musicales de hoy y de siempre, abriéndose paso entre tanta "selva mediática".

El guardián entre el centeno protegerá mensualmente todo lo que haya digno de protección en el medioambiente libresco.

Todo lo que siempre quisiste saber sobre ciencia y nunca te atreviste a preguntar te será desvelado puntualmente cada mes por José Torreblanca en A ciencia cierta.

La Torre de Papel permitirá también a sus visitantes deambular por el hermoso y extraño universo de Enrique, el vagabundo de las estrellas, que nos hablará sobre cine y otros paraísos aledaños; participar en todos y cada uno de los combates cotidianos que dibujará para nosotros Teresa, la más fulgurante estrella en el firmamento de las viñetas; viajar por las otras dimensiones en La Máquina del Tiempo diseñada por Mª Luisa; a golpe de click, y sin salir de la pantalla, atravesaremos trochas y desfiladeros al aire libre de la mano de Santiago, visitaremos exposiciones sabiamente guiados por Juan Carlos en Arjeartis o asistiremos con pasmo a las hipercalifragilísticas reflexiones de Paco en La Bergamota.

En fin, La Torre abre hoy su puertas. Pasen y vean...

P.D. El cuadro de Brueghel que ilustra este artículo recuerda el célebre episodio bíblico de "La Torre de Babel" en el que la ambición humana fue castigada con la diversidad de lenguas para que los hombres no pudieran entenderse y la torre jamás fuera terminada. Nuestra Torre, como es lógico, no correrá la misma suerte; primero, porque haremos de la diversidad de lenguajes nuestra bandera y segundo porque está hecha de papel, que es el material en el que mejor se dibujan los sueños, y esos sí que no se destruyen tan fácilmente... ¡Larga vida a la Torre!