Revista cultural de la Biblioteca del IES Arjé



lunes, 28 de febrero de 2011

La otra andalucía

Quítese el sombrero, si lo usa. Descúbrase y bese la tierra que acaba de pisar. Dé gracias a Dios, si es creyente. Ha llegado usted a Andalucía. Y Andalucía es algo perfectamente serio...

Dejémoslo ya claro desde el principio: Andalucía no tiene nada que ver con el "duende", ni tiene "un arte que no se pué aguantá", ni encierra un "alma cantora" ni es poética de por sí, ni tiene un color especial... porque para hablar del "verde que te quiero verde" mejor lo dejamos. En realidad esos tópicos, y eso es ya de juzgado de guardia, han sido manufacturados por andaluces, deseosos de vender Andalucía como esa muñeca flamenca que se coloca sobre las televisiones; magos de la publicidad como los Álvarez Quintero, Alberti o Lorca (al que Borges, con mucho criterio, llamó "andaluz profesional"). Todo esto ha hecho mucho daño a nuestra tierra. Como si a fuerza de no poder ser ya otra cosa reivindicáramos para nosotros un arte intrínseco del que otras comunidades carecen. Algo así como "inútiles, pero con arte", que maldita la gracia que tiene, porque ha servido para "vender" como específicamente andaluza una literatura hecha de tópicos y falsedades folclóricas, una literatura ingeniosa, colorista y tan falsa como la Andalucía de cartón piedra que en Bienvenido, Mr. Marshall fabricaban para agradar a los norteamericanos. Así, con tanto "ozú", con tanto "ole, qué arte", con tantos lunares y volantes y "me casé con un enano, salerito, para hartarme de reir", Andalucía se ha convertido en el niño tonto pero con gracia que es necesario siempre en todas las comunidades de vecinos. En Andalucía ha tenido siempre prestigio la incultura y hasta se ha potenciado, con nuestro permiso, esa imagen de catetos graciosos que es, desgraciadamente, la etiqueta con la que nos vendemos al mundo. Desde hace ya mucho tiempo, en este país de todos los demonios, el andaluz es ese tipo que, en los chistes, es el más bruto de la reunión pero que... "es de gracioso cuando habla".
No obstante, a menudo se nos olvida que Andalucía es algo muy serio, y los mejores escritores de por aquí lo han demostrado siempre. Empecemos por Séneca, un cordobés que hace ya veinte siglos, nos habló sobre los peligros del excesivo amor a uno mismo, y que nos dejó obras geniales pero secas como el esparto (también muy andaluz, por cierto). El diálogo Sobre la felicidad sigue siendo insuperable.
También andaluz de Córdoba era Juan de Mena, otro tipo pesimista donde los haya y que dejó en el Laberinto de Fortuna (S.XV) una obra mayor de la poesía española, pero a menudo se nos olvida su grandeza porque, ay, es tan "poco andaluza" (esto es: profunda, bien escrita, y sin artificiales juegos de ingenio). Granadino fue el casi desconocido Diego Hurtado de Mendoza, un escritor admirable, al que se le atribuye el Lazarillo de Tormes, y que describió la realidad de su tiempo con ironía pero sin hacerse el gracioso (ni el "andalú"). También granadino, y de qué manera, fue Ángel Ganivet, ensayista de prestigio y amigo de Unamuno, suicida reiterado y prófugo andaluz, porque prefirió la seca reflexión sobre la condición humana a las cómodas gracietas y la guasa del inculto. Tampoco suele recordarse la condición andaluza de Luis Cernuda, un sevillano extraño, que desconfiaba de la hipocresía de tantos paisanos simpáticos a la cara y crueles hasta la puñalada por la espalda. Dejó libros de poesía geniales (Donde habite el olvido, Como quien espera el alba...) y se largó de España para morir en una tierra extranjera en la que, con todo, se sentía menos estafado que en la suya. No menos andaluza era María Zambrano, filósofa de altura y malagueña hasta las tripas, pero poco amiga de la Andalucía de charanga y pandereta que es la que parece haber hecho fortuna. Un novelista sevillano absolutamente olvidado es Alfonso Grosso (autor de la cita que abre este artículo), que escribió a menudo sobre la terrible verdad de nuestra tierra: pobre, hundida en la misera y en la incultura, pisoteada por terratenientes y falseada por los poetas, que en lugar de defenderla la convierten en una atracción de feria. Pero se ve que nadie quiso escucharlo, y novelas geniales como Con flores a María (una andanada impecable contra el tinglado rociero) fueron prohibidas primero y olvidadas después.
Y, por no seguir, mencionar de pasada a Fernando Quiñones, novelista gaditano y estudioso del flamenco, que nos dejó en títulos como Sexteto de amor ibérico lúcidas reflexiones sobre el olvido ancestral en que está sumida nuestra tierra, colonizada y explotada, y luego ridiculizada para impedir que se desarrolle. En la misma linea el novelista sevillano Isaac Rosa desmonta el tópico del andaluz saleroso con teribles novelas sobre el mundo implacable que nos rodea, como El país del miedo o El vano ayer.
Como no eran graciosetes ni superficiales, ni barnizaron la verdad con "poesía" a menudo se nos olvida que también fueron andaluces, y quizá de una manera más profunda y sincera.
Así que ya me diréis la gracia que tiene todo esto. De modo que en efecto, "andaluces, levantaos" es un lema que está muy bien, siempre y cuando no sea sólo levantar los brazos para bailar una sevillana, miralá cara a cara que es la primera... Hay tanto que hacer todavía.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Ecuación literaria nº 2, la andaluza


Con motivo de la próxima festividad del día de Andalucía, el 28 de Febrero, proponemos una nueva ecuación literaria para el inquieto grupo de mentes que luchan enconadamente por reinar en el Mundo Sumergido bajo esta nuestra Torre de Papel (advertimos, de paso, que, con el mismo motivo, el próximo Guardián entre el centeno tendrá también acento andaluz).
En fin, aquí va la cuestión, muy fácil, casi un regalo, pero para la que, como siempre, hay que resolver con corrección todo el planteamiento:

El autor del célebre "Canto a Andalucía" era 7 años mayor que un poeta onubense que mucho después alcanzó a ganar el premio Nobel de Literatura a los 75 años; era también 24 años mayor que el granadino autor de Bodas de Sangre, y 28 años más viejo que el poeta gaditano que escribió Marinero en tierra. Además tenía cierto parentesco con otro poeta que sólo recordaba de su infancia patios de Sevilla donde maduraban limoneros. Parentesco que era el mismo que el que tenían entre sí los autores de Las de Caín, que también eran andaluces pero no sabemos de dónde ¿De quién estamos hablando?

miércoles, 16 de febrero de 2011

Yo la tengo, reyes de la música subterránea



Con veinticinco años de carrera a su espalda, Yo la tengo (toman su nombre de la expresión en español que se vio obligado a aprender un jugador de baseball norteamericano para que lo entendieran sus compañeros hispanos), es hoy por hoy la joya oculta de la música independiente norteamericana; un grupo secreto, casi subterráneo, con un sonido absolutamente singular y al margen de todo lo establecido. Yo la Tengo son, indudablemente, los estetas del sonido indie, dueños de un sonido refinado y exquisito como pocos, y capaces de combinar con naturalidad la delicadeza con la contundencia, la hermosura y la fiereza.
Después de unos inicios muy en la linea de la Velvet Underground, consiguieron consolidar su sonido en esa obra maestra indiscutible que es Painful, en 1993. Un disco melancólico, pero a la vez profundamente energético. En Painful ya estaban la sentimentalidad pop (las melodías, las letras), la fuerza rockera (esas guitarras distorsionadas), la electrónica, el jazz y hasta el punk, pero sobre todo la declarada intención de grupo "raro", ajeno a las etiquetas, tendencia que fueron consolidando en sucesivas entregas como Electr-O-pura o su impagable I can hear the heart beating as one, de 1997, y que incluye uno de sus himnos, este "Autumn sweater":





Desde entonces, y entre el pop, la psicodelia y la electrónica, la banda ha continuado ofreciendo delicadas obras maestras como and then nothing turnself inside out (2000) o I´m not afraid of you, and I will beat your ass (2006) a su selecto grupo de seguidores, cada vez más consolidados como grupo de culto.

Escaso en apariciones públicas, nada pródigos en entrevistas y poco frecuentes en la feria mediática, Yo la Tengo siguen ofreciendo su singularísma música independiente, al margen de modas y por encima del tiempo.

Aquí os dejamos uno de sus escasos videoclips: "Sugarcube":



La extraordinaria calidad de la música de Yo la tengo se encuentra en la valentía vanguardista y en el mestizaje de estilos a menudo poco complementarios. El resultado, en cualquier caso, es prodigioso, una descarga sonora y un mapa para los sentidos. Una experiencia que no se puede olvidar tan fácilmente y que, sin duda, vais a agradecer a La Torre de Papel el que os la haya servido en bandeja. Por último, os dejamos con una paranoya muy del gusto del grupo: el tema original de la popular serie de animación "Los Simpsons", improvisado sobre la base del "Tomorrow never Knows" de The Beatles. Que aproveche. Y de nada:

domingo, 13 de febrero de 2011

Matisse y la Alhambra

Hasta el 28 de febrero todavía podemos visitar en el Museo de Bellas Artes de Granada, en el Palacio de Carlos V, la exposición “Matisse y la Alhambra”, que con motivo del centenario de su estancia en nuestra ciudad se puede ver en este recinto. Todo un acontecimiento artístico no solamente en Granada sino también en el ámbito expositivo nacional, ya que como es sabido los museos españoles carecen de piezas del artista fauvista francés, si exceptuamos algún caso como el de la colección Thyssen, cuya “Conversación bajo los olivos” también podemos admirar en la exposición granadina.

Es por tanto una oportunidad excelente para poder contemplar no solamente obras provenientes de varios museos del mundo, aquí reunidas, sino para poder ver juntas también, por ejemplo, una selección de sus odaliscas, hoy repartidas igualmente por salas de medio mundo, y disfrutar así de la fascinación que el pintor tenía por este y otros temas de gusto oriental.
Es este tema oriental el hilo conductor fundamental de la muestra, gracias a la visita que Henri Matisse (1869-1954) realizó a España entre noviembre de 1910 y enero de 1911. Este viaje no recaló únicamente en Granada, ya que también visitó diversas ciudades como Madrid, Sevilla, Córdoba, Toledo y Barcelona. En nuestro país pintaría una serie de bodegones junto a su amigo el pintor Francisco Iturrino, que podemos apreciar también en la exposición (imagen del cartel de la exposición, que aquí aparece), y en los que ya se aprecia el influjo decorativo que gracias a la visita a Granada desarrollará posteriormente.


Fue el descubrimiento de la firma del artista en el libro de visitas de la Alhambra el que propició la reconstrucción de su corto pero fructífero periplo granadino y la indagación en su estancia a través de la lectura de la correspondencia que también podemos ver aquí expuesta. En esos días en Granada (9, 10 y 11 de diciembre de 1910), Matisse, a pesar del mal tiempo que hubo de soportar (y que parece ser que fue uno de los motivos que le obligaron a marcharse antes de lo previsto) quedó lo suficientemente impregnado de la magia del monumento nazarí como para que esa huella quedara bien plasmada en sus creaciones artísticas desde la impronta y colorista visión fauve que vertebra su estilo, y enriqueciendo ese gusto por el arte islámico en general, y por el hispanomusulmán en particular, que ya le había dejado marca personal y artística desde su visita a la exposición internacional que se había celebrado en Munich pocos meses antes. En ella, alguna pieza, como uno de los imponentes jarrones nazaríes de loza de reflejos dorados, allí expuesto, ya había llamado la atención del pintor.
La explosión de color que impregna la obra de Matisse se complementa en las obras de la exhibición con los motivos de inspiración que completan sus composiciones, interpretando los motivos nazaríes que adornan textiles, cerámicas, celosías o yeserías, dialogando directamente con las pinturas, dibujos y litografías del artista, y que él integra de forma natural en sus obras. Uno de los momentos más interesantes de esta exposición, como hemos comentado, probablemente sea la serie de odaliscas.

Éstas se convierten en la cima de su visión orientalista, entroncando con la consolidada corriente que, proveniente de los viajeros románticos del siglo XIX, mezcla ese punto de vista más soñado que real y en el que el sur de España, y en general el Mediterráneo de pasado y presente islámico, se convierten en fuentes esenciales para la imaginación de los artistas. Cerrando la exposición, aparece una cita del propio Matisse, que afirmó: “La revelación me vino de Oriente”. Y en ese Oriente, en el que Matisse incluirá sus posteriores viajes a Marruecos, el recuerdo de la Alhambra se dejará sentir, mostrar y fusionar con el resto de influencias en su obra posterior. No os la perdáis.

viernes, 11 de febrero de 2011

Palabras para San Valentín


El Jurado del concurso de Cartas y poemas de amor con motivo del día de San Valentín, y depués de dos jornadas de deliberaciones sin alcanzar la unanimidad, ha resuelto:

"Conceder el Primer Premio en la categoría de poesía a Joel Alexis Sinisterra Castro (1º ESO-D) por el atrevimiento rítmico y conceptual de su poema "Si tan solo me dejaras un minuto...", presentado bajo el seudónimo de Colombia.
Asimismo, y dada la calidad de los originales presentados, el Jurado acuerda conceder dos accésits o segundos premios a los siguientes participantes: Irene Carmona Granados (1º ESO-C), por la capacidad de modernizar a Lope de Vega de su poema "Estar enamorada es...", que concurrió al concurso con el seudónimo de Valentina Donnald, y Yessica del Espino Fernández (1º ESO-C), por la profundidad de sentimiento de su composición "Amor de mujer", presentada bajo el seudónimo de Maribel Muñoz.
En el apartado de Cartas de Amor, el Jurado acuerda conceder un único premio a la trabajada y personal epístola "Algo" de Anais Hernaiz Ruiz (3º ESO-C) que participaba bajo el seudónimo de Nicky Dark Love.
El primer premio de cada categoría está dotado con un cheque de 30 euros en material escolar; los dos accésits con 15 euros cada uno".

domingo, 6 de febrero de 2011

Ecuación literaria nº1. Música, historia y literatura

Comenzamos hoy el hipercalifragilístico concurso cultural de La Torre de Papel que titulamos "El Mundo Sumergido" y en el que los concursantes tendrán que realizar las más variadas operaciones para conseguir que suban a la superficie las respuestas a los enigmas planteados. Recordad que, como en toda ecuación que se precie, hay que resolver correctamente todo el planteamiento antes de llegar al resultado final. Por ser la primera, y para ir calentando motores, comenzamos con una muy fácil.

El mismo año en que el compositor alemán sordo que ilustra esta entrada estrenó la más heroica de sus sinfonías, tuvo lugar también una famosa batalla naval que da título al primero de la serie de libros históricos escritos por un gran novelista español nacido en las Palmas de Gran Canaria. Este autor, que nunca ganó el Premio Nobel de Literatura, es autor también de una estupenda novela titulada con los nombres de dos mujeres. La segunda de estas dos mujeres es tocaya de otro escritor español que sí ganó el Premio Nobel de Literatura en 1922. ¿De qué escritor hablamos?