
Imaginad, sólo por un instante, la posibilidad de estar en posesión de la máquina que nos permite tener el tiempo en nuestras manos; viajar cuatro siglos al pasado o veinticinco minutos al futuro. Imaginadlo sólo por un momento. Algunos nostálgicos quizá prefiriéramos el pasado, pero la mayoría, como el propio Wells, se sentirían más atraídos por el futuro, por el destino posible de esta nuestra civilización. Wells imaginó ese viaje antes que nadie, y Bradbury, Orwell o Ballard son hijos literarios suyos, pero también lo son pasatiempos cinematográficos como Regreso al Futuro o Atrapado en el Tiempo. En realidad la máquina de Wells daba para mucho. En definitiva, éste es un libro que no debe faltar ni en esta nuestra Biblioteca de Babel ni, por supuesto, en la tuya, pero que, por si acaso, está disponible en la Biblioteca del Instituto, para que puedas emprender tu viaje por el tiempo sin salir del espacio que más frecuentas.
La novela de Wells, además de dar nombre a la sección de Historia de La Torre de Papel, ha inspirado algunas películas, en general bastante flojas (la protagonizada por Rod Taylor en los 60 ilustra este artículo) y casi todas las apocalípticas elucubraciones sobre el futuro que ha dado lugar el S.XX, desde Farenheit 451 a 1984 y su Gran Hermano, y todas, como se puede observar, eran bastante pesimistas. Se ve que los seres humanos no prometemos nada bueno ¿por qué será?