Revista cultural de la Biblioteca del IES Arjé



viernes, 13 de diciembre de 2013

La música de la humanidad



Como un 16 de Diciembre de 1927 un grupo de casi imberbes poetas (que acabaría erigiéndose en moderno parnaso) se reunía en el Ateneo de Sevilla para festejar a Góngora en el tercer centenario de su muerte, la Junta de Andalucía ha decidido escoger precisamente esa fecha para celebrar cada año un "día de la lectura". Por ello la Biblioteca Arjé no ha querido dejar pasar la ocasión de celebrar la lectura como dios manda y ha organizado la I Lectura Internacional del IES Arjé en la que los mejores poetas de todos los tiempos serán al fin escuchados en sus idiomas originales recitados con encomiable galanura por los más intrépidos alumnos de la comunidad arjeica. Así Safo, Catulo, Shakespeare, Baudelaire, Rilke o Charles Wright podrán ser degustados en los odres para los que fueron compuestos. Será el Lunes 16 de Diciembre en el recreo y en la misma Biblioteca. Aitor González, Tabea Bartels, Natalia Fuentes, Juan F. Lizana, Emilio D. Rodríguez, José F. Díaz Lao, Rosa Mª Calvo y Melina Aylén Silvane servirán el menú. Que ustedes lo disfruten.




miércoles, 6 de noviembre de 2013

Antonio Carvajal, Premio Nacional de poesía 2012

Iniciamos esta nueva sección de la revista cultural del Instituto con la entrevista que nuestra compañera Melina Aylén Silvane (2º Bachillerato de Humanidades) le hizo el curso pasado al flamante ganador del Premio Nacional de Poesía 2012, el poeta granadino Antonio Carvajal. Qué mejor como debut para esta sección de entrevistas a figuras literarias de relieve que traer hasta los lectores de esta Torre las palabras de uno de los más importantes poetas españoles contemporáneos, "il miglior fabbro" en palabras de la crítica, el autor de libros tan fundamentales como Tigres en el jardín (1968), Casi una fantasía (1975) De un capricho celeste (1988), Testimonio de invierno (1990) o Un girasol flotante (2012), por la que se le concedió el galardón. Por mediación de la Biblioteca del centro, el autor ya visitó el IES Arjé el pasado curso y es posible que también nos honre con su presencia este año.
La entrevista de Melina (ocho preguntas con miga) fue publicada originalmente en el Nº 2 de Arjé Magazine (Junio de 2013).





1. Cuando fue galardonado con el Premio Nacional de Poesía, usted dijo que llegaba justo en el momento en el que se planteaba "callarse" para evitar escribir "poesía
de viejo". ¿Qué es para usted dicha poesía?
Desgraciadamente, con la edad se pierden facultades y ha habido poetas maravillosos que, en sus años finales, han producido una poesía hueca, carente de tensión y de calidad, porque su mundo poético se había agotado y ya nada tenían que decir. Para decir tonterías, mejor callarse.

2. Muchas personas siguen una carrera o un camino que les ha inspirado algún adulto cercano a él en su juventud (un profesor, un pariente, un conocido..) ¿Tuvo a alguien así que le llevase por el camino de la poesía?
Sí, hubo un profesor que me aficionó a la métrica, compañeros que me fueron aficionando a la poesía, luego el feliz encuentro con Carlos Villarreal, que puso a mi disposición sus conocimientos y su biblioteca. De ahí hasta tener un poema dedicado por mi amigo Vicente Aleixandre, todo lo bueno de mi vida se lo debo a la amistad.
3. ¿A qué edad escribió su primera poesía y sobre qué trataba? ¿Qué le inspiró?
Antes he distinguido entre métrica y poesía. Hacer versos está al alcance de cualquiera; ser poeta, no. Empecé a jugar con los versos hasta que un día de marzo de 1961, iba a cumplir 18 años, escribí algo que me sonó coherente y con unas ideas bien conjuntadas y algo de emoción; era un poema sobre la felicidad humana, que nunca parece plena, y me basaba en la historia de Moisés. Sólo recuerdo el verso final, “nunca entraré en la tierra prometida”.

4. ¿Cuáles han sido los poesías que más le han influenciado?
Excelente pregunta, porque influyen más algunos poemas que los autores en general. Le cimetière marin (El cementerio marino) de Paul Valéry, “Generalife” de Juan Ramón Jiménez, “Lo fatal” de Rubén Darío, la Bucólicas de Virgilio traducidas por Fray Luis de León, la “Epístola a Boscán” de Garcilaso, el soneto de Gelasia en La Galatea de Cervantes… Son muchos; Curiosamente, esa supuesta influencia barroca que dicen que tengo no la puedo concretar en ningún poema de Góngora o de otros autores de la época, aunque admiro profundamente la “Fábula de Polifemo y Galatea”y las “Soledades”. Todo lo contrario me pasa con Federico García Lorca, del que me cuesta elegir un poema concreto (citaré la serie “Eros con bastón” de “Canciones” y la “Oda al Santísimo Sacramento”) y Vicente Aleixandre, del que destaco “Canción a una muchacha muerta” y “Quien baila se consuma”. Como no es cuestión de hacer un resumen de la historia de la literatura, terminaré con “En la muerte de R. Jameson” de José Antonio Muñoz Rojas y “Aparición” de Elena Martín Vivaldi.
5. ¿Opina que su mejor poemario es con el que ha conseguido el Premio Nacional, o escogería otro? ¿Por qué?
Yo no he conseguido el Premio Nacional; me lo han dado, que es otra cosa. Bien está que sea por este libro, que es una exaltación de la amistad.
6. En las redes sociales suele utilizarse el lenguaje de otra manera, acortando las palabras e incluso escribiéndolas mal o haciendo alteraciones innecesarias. ¿Cree que las redes sociales destruyen el idioma o le dan un nuevo aspecto?
Hay de todo; acortar las palabras no es malo por sí, las siglas son un fenómeno que define al siglo XX (RENFE, CAMPSA, REPSOL, etc.) y muchas de ellas se han incorporado al habla común; además, el habla tiene muchos elementos redundantes que en escritura no parecen tan necesarios, sobre todo si tienes sólo 25 caracteres para transmitir un mensaje completo: esta tarea de eliminar lo superfluo me parece que estimula el ingenio y enriquece el trato con el idioma. En cambio, las faltas de ortografía me parecen muy mal, pues indican deficiencias lamentables del emisor.




 
7. ¿A quién premiaría usted, sea del ámbito que fuese?
A todos los que procuran evitar o paliar el sufrimiento de los demás, y a los enamorados de su trabajo.
8. ¿Cree que después de la crisis quedarán motivaciones para seguir escribiendo poesía?
¿Cuándo no ha estado la humanidad en crisis? Lo que vivimos ahora no es una crisis, es una vergonzosa derrota de la clase obrera a manos de un capitalismo inhumano y rapaz; lo triste es que la clase obrera ha vendido sus conquistas sociales conseguidas en una lucha de siglos por asegurarse un miserable presente de supervivencia en una comodidad inestable. Mala es la falta de dinero pero es peor la pérdida de valores morales. Si los poetas callamos no será porque estemos en crisis sino porque estaremos socialmente muertos.




jueves, 3 de octubre de 2013

Bartleby, el escribiente de Herman Melville




Cuando Augusto Monterroso y Bárbara Jacobs emprendieron esa genial recopilación ce cuentos que titularon Antología del cuento triste, no tuvieron ninguna duda sobre la pieza que debía encabezarla: Bartleby, el escribiente, sin duda la obra maestra de Herman Melville, lo que no es decir poco para un autor que cuenta en su haber con títulos del calibre de Moby Dick. Parábola de nuestro desalmado mundo y de la absoluta insignificancia del ser humano en esta jungla artificial que llamamos "vida", Bartleby, el escribiente es el gérmen de Kafka y de Proust, también de Rilke; en definitiva: es la obra fundadora de la literatura contemporánea. En ella, la ruindad, la falta de libertad, la impotencia, el vacío, la cobardía, la absoluta fragilidad de la existencia, la inseguridad sobre nuestras decisiones, y el convencimiento casi zen de que el ser humano es una defectuosa nota a pie de página en el gran libro del mundo, están tratadas con toda la fuerza de una prosa sencillamente demoledora, como un cuento cruel sobre un pobre oficinista desbordado por la realidad. Parábola del moderno hombre sin atributos, aplastado por un mundo que no entiende, y cuya única y tímida defensa es Con la sencillez de un cuenta-cuentos disecciona las vísceras del mismo mundo terrible que Edward Munch plasmara en su cuadro El Grito.Y por si esto fuera poco para que la obra de Melville se impusiera como uno de los imprescindibles en esta nuestra Biblioteca de Babel, os la ofrecemos además en la versión ilustrada de Nórdica Libros, con los inquietantes dibujos de Javier Zabala. Un lujo al alcance de todos, porque está en la Biblioteca del IES Arjé. No tenéis que ir más lejos.

domingo, 5 de mayo de 2013

Ecuación Cultural Nº 5. Los tocayos

Bien, amigos del Mundo Sumergido. Llegó la hora de la verdad. Con las espadas en todo lo alto, y un empate técnico entre los más hábiles escrutadores de esta Torre, escenificamos aquí la última de las ecuaciones culturales de esta temporada que, si no hay sorpresas, será la de la victoria para alguno de estos buceadores culturales ya legendarios.

El extraordinario pianista de la imagen (llamado igual que un polémico presidente de  los EEUU) e interlocutor único en unas míticas Conversaciones conmigo mismo, perdió a su mejor compañero de trabajo en un accidente automovilístico el mismo año en el que se inició una singular edificación europea que se mantendría en pie hasta el año de fallecimiento de un surreal pintor español. Este malogrado músico compartía nombre con un jazzístico escritor norteamericano que había vivido a este lado del paraíso pero murió en un año infernal en el que también lo hizo, asesinado en Méjico, un importante político revolucionario ruso, de idéntico nombre que quien mejor ha narrado la Guerra y la Paz. El tremendo magnicidio de Méjico lo protagonizó un espía español, tocayo del inventor de las "greguerías" y cuya historia cuenta en una novela canina un escritor cubano  llamado igual que el autor de "la Gioconda". El mismo año de aquel asesinato se estrenó en España una película que no ha conseguido llevarse el viento, y nació en un amazónico país el que con el tiempo iba a convertirse en el rey del deporte rey.

jueves, 11 de abril de 2013

DESCUBRIMIENTOS CIENTÍFICOS ACCIDENTALES: SERENDIPIA


 Al estudiar en un instituto alguna materia científica, más de una vez se hace referencia al método científico y a las etapas de las que consta: observación de un fenómeno de interés, formulación de hipótesis, experimentación, extracción de conclusiones y comunicación de resultados. Esto nos lleva a pensar, equivocadamente, que todos los grandes descubrimientos científicos han pasado por dichas etapas. Pues bien, aunque todo buen científico sigue y ha seguido estos pasos, el papel del azar, de lo accidental, ha sido y es determinante en muchos descubrimientos científicos. Es decir, han llegado a nosotros como resultado de la serendipia: “la facultad de hacer descubrimientos afortunados e inesperados por accidente” (Diccionario Collins, traducción del inglés). La palabra serendipia deriva de la inglesa “serendipity”, utilizada por primera vez por Horace Walpole (político, escritor e innovador arquitecto británico), quien en 1754 en una carta a un amigo le decía que había quedado muy impresionado por el cuento tradicional persa “Los tres príncipes de Serendip”, donde los protagonistas estaban siempre haciendo descubrimientos, por accidente y sagacidad, de cosas que no se habían planteado. Serendip es un antiguo nombre de Sri Lanka. Walpole usó el término para sus propios descubrimientos accidentales.
Es importante decir que no debemos equivocarnos: estos descubrimientos significativos a los que nos referimos con el término serendipia no son fruto sólo de la mera casualidad. Aunque el azar juega su papel, el conocimiento en profundidad y extensión de una materia son prerrequisitos indispensables, porque:
“No todo el que mira, ve. Como no todo el que oye, escucha. Por eso no todo el que busca, encuentra”
En algunas clases del instituto es posible que nos hayan mencionado algunos de estos descubrimientos accidentales. Por ejemplo:
• En el siglo III a. C., Arquímedes descubrió su famoso Principio al introducirse en una bañera y observar que desalojaba una masa de agua igual al volumen sumergido de su cuerpo. Dice la leyenda que salió desnudo corriendo a la calle gritando “¡eureka!”, es decir, “¡lo encontré!”. Buscaba demostrar que una corona dorada hecha para su rey por un orfebre deshonesto no era totalmente de oro.
• En 1819, Oersted realizaba un experimento para sus estudiantes con el fin de explicarles en qué consistía el paso de una corriente eléctrica por un conductor. Observó que una brújula colocada accidentalmente cerca de dicha corriente se movía, situándose perpendicularmente al conductor. Acababa de descubrir que una corriente eléctrica producía un campo magnético. Este descubrimiento fue crucial en el desarrollo de la ciencia, ya que fue la primera evidencia de la relación existente entre la electricidad y el magnetismo.
Kekulé y la estructura del benceno
Kekulé llevaba muchos años intentando encontrar la estructura de la molécula de benceno, componente básico de toda una familia de compuestos orgánicos denominados hidrocarburos aromáticos. Cuenta en sus memorias que, en 1865, tuvo un sueño en el que “los átomos se agitaban y chocaban entre ellos formando una cadena. Luego, varios átomos se unieron formando una serpiente que se mordía su propia cola y giraba velozmente”. Se despertó y lo tuvo claro: la molécula que buscaba tenía que ser un compuesto cíclico (un anillo) de seis átomos de carbono.
• En 1895, Roentgen “jugaba” con los rayos que se emiten cuando los electrones golpean un metal. Al colocar varios objetos enfrente de la radiación, vio los huesos de su mano proyectados sobre la pared. Acababa de descubrir una radiación invisible muy penetrante a la que se llamó rayos X. En 1901 fue galardonado con el Premio Nobel de Física por su descubrimiento.
• En 1896, Becquerel descubrió accidentalmente, mientras investigaba sobre la relación de la fosforescencia de unas sales de uranio con los rayos X, que el uranio emitía una radiación misteriosa, más penetrante aún que los rayos X, a la que posteriormente se le llamó radiactividad. Todo se debió a haber colocado las sales de uranio que utilizaba en sus experiencias sobre una placa fotográfica envuelta en papel negro en una zona oscura, en un cajón, y observar que la placa se ennegrecía, se había velado, a pesar de que no había sido expuesta a ningún tipo de luz ni otra radiación conocida hasta el momento. Se le concedió en 1903 el Premio Nobel, que compartió con Pierre y Marie Curie, “en reconocimiento a los servicios extraordinarios que ha proporcionado su descubrimiento de la radioactividad espontánea”.
• En 1928, Alexander Fleming, cuyo laboratorio estaba habitualmente muy desordenado, estaba investigando sobre la gripe cuando se dio cuenta de que un moho azul-verdoso, la colonia de un hongo, había infectado espontáneamente, como un contaminante, una de sus placas Petri y había matado a la bacteria staphylococcus que cultivaba en ella. Dicho hongo, penicillium notatum, produce una sustancia natural, la penicilina, con efectos antibacterianos, así que este hecho accidental sirvió para salvar millones de vidas. Fleming recibió el Premio Nobel en 1945. Pero hay otros que, aunque son menos conocidos, son bastante curiosos:
• El caucho es el componente fundamental en la fabricación de neumáticos. El caucho natural se pudre y huele fatal si no se vulcaniza (se calienta en presencia de azufre para volverlo más duro y resistente al frío). El caucho vulcanizado fue descubierto en 1839 por Charles Goodyear por accidente al volcar un recipiente de azufre y caucho encima de una estufa.
• En 1853 el chef G. Crum decidió fastidiar a un cliente que siempre se quejaba del gran grosor de sus patatas fritas. Las partió del grosor de un papel y las dejó en la sartén hasta que crujían. Este cliente fue la primera persona en probar las patatas chips.
• El ingeniero suizo George de Mestral, en 1941, tras dar un paseo por el campo pensaba en lo complicado que era desenganchar de sus pantalones los frutos de algunos cardos Arctium bardana (arrancamoños). Los estudió con su microscopio, descubriendo que poseen unos ganchos con una forma tal que se pueden adherir muy eficientemente a superficies irregulares. Se le ocurrió crear un sistema de cierre basado en la estructura observada: el velcro.
• En la Segunda Guerra Mundial los emisores de microondas (magnetrones) eran usados por los radares del ejército aliado para detectar enemigos. Se empezaron a utilizar para calentar comidas a partir de 1946 después de que uno de ellos derritiese un caramelo que llevaba en el bolsillo un ingeniero de la empresa Raytheon (corporación industrial y uno de los contratistas militares más grandes de los Estados Unidos).
• El aspartamo, edulcorante artificial, fue descubierto en 1965 por J. M. Schlatter. Mientras investigaba con una droga contra las úlceras, derramó algo de aspartamo por accidente sobre su mano. Al lamerse el dedo se dio cuenta de su sabor dulce. Algo similar ocurrió con otros dos edulcorantes artificiales: el ciclamato y la sacarina.
• El citrato de sildenafilo, más conocido por el nombre comercial de Viagra, fue diseñado inicialmente para tratar la angina de pecho y la hipertensión arterial. Los primeros ensayos se realizaron en el Hospital de Swansea (Gales) donde se pudo comprobar, con gran sorpresa, que uno de sus efectos secundarios era que los pacientes masculinos podían desafiar la gravedad con cierta parte del cuerpo.
Pues bien, puedes conocer más descubrimientos accidentales en el libro “Serendipia. Descubrimientos accidentales en la ciencia” de Royston M. Roberts. ¡Quién sabe si el día de mañana puedes tener la misma suerte que Clara Lazen, una niña de 10 años de la escuela Border Star Montessori en Kansas City, Missouri (EEUU)!. En enero de 2012, su profesor de Química había repartido en la clase kits de modelado para que construyesen moléculas. Al acercarse al pupitre de Clara vio que esta había dispuesto al azar una combinación única de átomos de C, N y O que tiene el potencial de almacenar energía y que podría convertirse en un potente explosivo: tetranitratoxycarbon. Hoy en día, los químicos intentan sintetizar esta molécula, ya que no se encuentra en la naturaleza.
Clara Lazen con su profesor Robert Zoellner

domingo, 24 de marzo de 2013

El Diablo Mundo, de José de Espronceda



Sobre una mesa de pintado pino
melancólica luz lanza un quinqué,
y un cuarto ni lujoso ni mezquino
a su reflejo pálido se ve.


De esta manera comienza la más extraordinaria de las obras inacabadas que ha dado nuestro idioma, la más ácida de las versiones del Fausto de Goethe, y un experimento literario prodigioso. Novela en verso a la manera de Pushkin, y con toda la ironía y la mala leche de un romántico en sus últimos días, El Diablo Mundo representa, a la vez, la ansiedad perpetua por estrenar el mundo que engalanaba a los románticos, con la aguda y cínica decepción de los posmodernos. Y además Espronceda, que era un poeta mayúsculo, supo edificar esta indiscutible obra maestra con un sentido del humor políticamente incorrecto, que te asalta despiadado a la vuelta de un endecasílabo, inaugurando la poesía española contemporánea:

«¡Cuán fugaces los años,
¡ay!, se deslizan, Póstumo!», gritaba
el lírico latino, que sentía
cómo el tiempo cruel le envejecía,
y el ánimo y las fuerzas le robaba.
Y es triste a la verdad ver cómo huyen
para siempre las horas, y con ellas
las dulces esperanzas que destruyen
sin escuchar jamás nuestras querellas.
¡Fatalidad! ¡Fatalidad impía!
Pasa la juventud, la vejez viene,
¡y nuestro pie que nunca se detiene
recto camina hacia la tumba fría!
Así yo meditaba
en tanto me afeitaba
esta mañana mismo, lamentando
como mi negra cabellera riza,
seca ya como cálida ceniza,
iba por varias partes blanqueando;(...)

¡Malditos treinta años,
funesta edad de amargos desengaños!


El Diablo Mundo, al que la muerte de Espronceda dejó sólo en siete capítulos o cantos pasa fácil de la turbiedad gótica al frío racionalismo de Voltaire, y se lee como un cuento inmoral, sin almíbar, una andanada preventiva a los Jorge Bucays antes de que se inventaran. Un puñetazo en la jeta. Es la fría lección de un rebelde en horas bajas, un mapa que nos disuade de cualquier búsqueda de tesoros o, si queremos, la caligrafía amarga del que ha descubierto toda la podredumbre del mundo. Así, la historia de quien vende su alma al diablo para vivir eternamente y acaba descubriendo luego lo absurdo de esa aspiración tan castroja es pura poesía del delirio, el garabato de un loco. Cuando Adán va descubriendo las mil miserias de la existencia y la imposibilidad de ser feliz en un mundo diseñado para que estemos siempre insatisfechos es imposible no ver ya, anticipados, en los versos de Espronceda, no sólo a Cernuda (que era, a su manera, un romántico) o a Costafreda sino también a Sartre, o a Albert Camus. El héroe de El Diablo Mundo fue, en realidad, el primer extranjero. Y además tiene el "Canto a Teresa", hermosa balada en medio de un disco definitivamente más heavy. Ocurre, no obstante, que como todo lo romántico ha sido tan banalizado, Espronceda por serlo ha ido a parar al mismo saco, y rara vez se le reconoce la estatura poética que tiene. Sólo "A Jarifa en una orgía" ya le hubiera valido la gloria de ser este un país más serio. Ah, pero aquí sólo llamamos por su nombre a la copla. 

viernes, 15 de marzo de 2013

King Crimson o la esquizofrenia del S.XXI

Pues sí, fieles amigos de la sección musical de la Torre, el nivel de creatividad de los años 60 era tanto que un disco como In the court of the Crimson King, un monumento sonoro imprescindible en la historia de la música del S.XX, y cuya portada tienes a la izquierda, pasó casi inadvertido. Claro, corría 1969. Y 1969 era mucho 1969: Beatles, Stones, Kinks, Small Faces, Velvet Underground, Led Zeppelin, ¡Jimi Hendrix!.... El album, por si fuera poco, era de los raros: prolongadas piezas de casi diez minutos, construidas a modo de suites orquestales donde el rock duro, la psicodelia, la música de cámara y la experimentación se daban la mano. El grupo lo componían una serie de músicos desconocidos (de los cuales sólo Robert Fripp, elguitarrista, llegó a hacer carrera) y para colomo de extrañezas atribuía la "iluminación" de la banda a un tal Peter Sinfield, un oscuro poeta neo-surrealista que firmaba las letras como, ciertamente, un iluminado, traspasado de visiones oníricas y de ácido. El resultado de aquella propuesta era demoledor; un disco agresivo y tierno a partes iguales con versos que han pasado, con justicia, a la historia: "la confusión será mi epitafio", o "soy la esquizofrenia del S.XXI", reinvención al más puro estilo Verlaine de "soy el imperio en el fin de la decadencia".



Las proezas de la banda continuaron todavía algunos años, con obras como Islands, In the wake of poseidon, Lark´s tongues in aspic o Starless and bible black, cuyo único nexo en común es la presencia de Fripp y la bandera de la libertad. Complejas tramas sonoras, que alternan afiladas guitarras eléctricas concuartetos de cuerda,  y hasta samplers con sopranos, junto con la rara poesía de Sinfield dan a estas obras una cualidad trascendente, una belleza quebradiza y un nivel sonoro ciertamente altísimo.




King Crimson fueron, en verdad, pioneros en la utilización para el rock de instrumentos raros, como el melotron, y muy poco rockeros, como el cello o la flauta, además de ser, decididamente, el único grupo que ha sabido sacar belleza de ese engendro llamado sintetizador. Su innovador trabajo con los bajos, su uso de saxos e instrumentos de música clásica junto con los electrónicos, el sabio uso de los silencios o las tramas sonoras superpuestas, dan a las composiciones del grupo una textura muy particular. No se parecen a nadie. Son ellos. Demoliendo las convenciones musicales para alumbrar nuevos mundos sonoros: la utopía de un S.XXI mucho menos libre de lo que ellos imaginaron.
Los Crimson, aunque nunca fueron un grupo de masas, han acabado ocupando su lugar en las enciclopedias como representantes del Rock Progresivo, etiqueta que, en realidad dice bastante poco para un grupo que, durante cinco o seis años, mantuvo una riqueza musical y un nivel de experimentación dignos de Stravinsky o Coltrane.
A finales de los 70, y sobre todo en los 80, todo en la música cambió para nunca volver. Se impusieron las radio-fórmulas comerciales y las modas, y el rey carmesí, o al menos lo que había simbolizado, dejó de existir en espíritu, aunque aún anduvieran sacando discos hasta tiermpos recientes. Como buen movimiento de vanguardia, el "crimsonismo"  fue demoledor y efímero. Fripp ha continuado con proyectos experimentales (incluido un memorable concierto en Granada, hace cinco años), y Sinfield desapareció tan misteriosamente como había aparecido, dejando un puñado de versos que sin duda mejoraron el mundo.




miércoles, 6 de marzo de 2013

Ecuación cultural Nº4. La de las musas


Y bien, amigos de la Torre, vamos con la 4ª de la Temporada, llena de cine, música y literaura. ¡Cosas por las que merece la pena vivir!

Hoy buscamos un libro. Su autor nació el mismo año en que moría el "padre" de Huckelberry Finn y algo más al sur, pero en el mismo continente, se iniciaba una ilusionante Revolución, que, entre otras cosas, inspiró una magnífica novela de Mariano Azuela y una mítica película protagonizada por el actor que interpretó a Don Vito Corleone y a Stanley Kowalski. El año en que se publicó el libro que buscamos tuvo un verano muy triste para nuestro país, y el más famoso de los poetas en Nueva York padeció en agosto las consecuencias. El autor de este libro también vivió esos acontecimientos, que influyeron mucho en su muerte, que se produjo el mismo año en que nacía en Santiago de Chile una escritora muy interesada en las casas y en los espíritus. Al verano de ese año le dedicó Robert Mulligan una hermosa película. El título del libro que buscamos tiene cierta relación con el más famoso invento de un "manoseado" político e inventor nacido en Boston el mismo año en que moría el autor del más famoso "canon" musical de todos los tiempos. ¿De qué diablos hablamos hoy?

lunes, 18 de febrero de 2013

Palabras para San Valentín

"Uno y uno son dos. Tú y yo somos uno"...
Así comienza la carta de amor premiada con el primer premio de epístolas convocado con motivo del Día de San Valentín por el Departamento de Lengua. Por segunda ocasión consecutiva Paula Criado, de 2ºB, se alza con el premio, bajo el seudónimo de Pata Wilix.
En la categoría de poesía el galardón ha correspondido a la alumna Paula Andrea Gutiérrez, de 3ºC, que participó en el Concurso con el poema "Luna" y el seudónimo de Pumuki.
Ambas recibirán un cheque regalo para material escolar y recibirán su diploma acreditativo en la Entrega de Premios que tendrá lugar en el último trimestre y como colofón a las actividades conmemorativas del 10º Aniversario del IES Arjé.

martes, 12 de febrero de 2013

Ecuación cultural Nº 3. A ritmo de jazz

Seguimos en nuestra particular búsqueda de mundos ocultos a la que vienen apuntándose algunos de los lectores más avezados de la Torre. Allá va la tercera:

El mismo año en que ganó el Oscar la actriz que se tomó unas divertidas vacaciones en Roma, también tuvo lugar en el Massey Hall de Toronto un magnífico concierto de jazz, acaso el más famoso de todos los tiempos. Todos los excelentes músicos que en él participaron, tuvieron relación con otras disciplinas. Uno llegó a presentarse a presidente de los EEUU el mismo año en que "los escarabajos" de Liverpool publicaron su primer disco. Otro llegó a publicar una enloquecida novela de título canino con reflexiones sobre el racismo, y otro fue el protagonista de uno de los más celebrados relatos de un autor argentino nacido en Bélgica y autor de una novela-juego. Este último también fue objeto de una película de título ornitológico, dirigida por el autor de Mystic River. ¿De qué hablamos hoy?

jueves, 31 de enero de 2013

Si encubriera más lo humano

Aquel irónico diagnóstico de Cervantes considerando a La Celestina "obra a mi parecer divina, si encubriera más lo humano", ha acabado convirtiéndose en una de las más terribles plagas que han azotado la literatura -y, en especial, la novela- escrita en nuestro idioma. Y es el caso que en nombre del "duende", la magia, los artificios de ingenio, la técnica, la belleza o la trascendencia y el "más allá", la novela española ha ido, desgraciadamente, abandonando "lo humano", la realidad de las miserias de este maltrecho "más acá" donde moramos. Y es que parece que, en nuestro país, hablar de "lo real" parece estar definitivamente prohibido, porque acaso diseccionar la realidad con bisturí aviente el mal olor de nuestros muchos cadáveres exquisitos. Aquí lo real se oculta contraviniendo, paradójicamente, la propia genética de nuestra literatura (Mio Cid, La Celestina, Lazarillo, don Quijote), en beneficio de una novela pretendidamente artística que, en verdad, acaba resultando artrítica, pues rehuye con cobardía la descripción cruda de la difícil odisea de vivir. Y una novela por encima de la muchedumbre no merece el nombre de novela.
Lo triste es que los pocos autores que han intentado por estos lares profundizar por debajo de la piel de toro buscando la basura bajo la alfombra, han sido castigados con la penosa losa del olvido. Qué fue si no de Felipe Trigo, novelísta mayúsculo, autor de precisos diagnósticos de la corrupción hispánica como El médico rural o Jarrapellejos. En su época sus libros se vendían como rosquillas pues eran como un espejo de la podredumbre de una sociedad que no ha cambiado nada en 100 años y, sin embargo, los corifeos de lo artístico se han ocupado de condenarlo como "autor menor" o "pornográfico". ¿No será la realidad la que es pertinazmente pornográfica?¿Qué de José Díaz Fernández, que en El Blocao muestra con crudeza los sinsentidos de la guerra? ¿Qué de César Muñoz Arconada, que en La Turbina desmonta todos los falsos mitos del progreso `made in spain´? ¿Qué de Max Aub, cuya Gallina Ciega es como una radiografía de los males de la nación? ¿de Arturo Barea, que en La forja de un rebelde, resume la historia de la España contemporánea sin maniqueísmos ni pamplinas? ¿dónde están en los libros de texto? Si la realidad hiede, lo que hay que hacer es diagnosticarla y tratarla en lugar de proscribir los libros de quienes nos la cuentan. Porque en la Posguerra ocurrió idem de lo mismo, y los Alfonso Grosso, López Pacheco, Antonio Ferres o Armando López Salinas fueron condenados como "novelistas de la berza", para acabar como outsiders, en el limbo, fuera de la historia literaria que, en nuestro país, ha acabado siendo patrimonio de los que creen que la literatura no debe ensuciarse y que debe flotar por encima de las cosas de este mundo, como un bécqueriano cendal flotante de leve bruma. Aquí la basura se deja debajo de la alfombra; mejor no asomarse al pozo. Así que seguimos leyendo a Unamunos, Azorines, Celas, o Juanes Benet. Y en ellos ¿Ah de la vida? Nadie me responde.
En la actualidad, el drama aún continúa. Hablar de la realidad de las relaciones laborales, de la explotación, de la corrupción política y empresarial, del falseamineto de la historia, de la aniquilación del "espíritu colectivo", o del definitivo desplome de la utopía es sistemáticamente condenado como pseudo-literatura, porque la literatura de verdad no se moja. Y es por ello que Rafael Chirbes (La larga marcha, Crematorio), Belén Gopegui (Lo real, El padre de Blancanieves) o Isaac Rosa (El vano ayer, La mano invisible) no estarán nunca en el canon. No interesan. Y así nos va.
  

lunes, 21 de enero de 2013

Ecuación cultural Nº2. La acróstica

La segunda de las ecuaciones culturales de la temporada pretende desvelar la personalidad del orondo novelista de la foto. Como siempre debes responder minuciosamente a todo el entramado de preguntas intermedias.

El mundo sumergido de hoy es el de uno de los más potentes autores de literatura de aventuras que haya existido jamás. Un autor tal vez demasiado prolífico (se dice que tenía equipos de trabajo que componían muchas de las novelas que él firmaba), y padre de algunas criaturas literarias que tal vez conozcas. 
Hoy rizamos el rizo. Para descubrir el apellido del autor que hoy buscamos tendrás que componerlo con las iniciales de los cinco conceptos siguientes:
1. Ciudad del norte de Europa en la que nació el seductor filósofo al que se considera padre del existencialismo.
2. Criatura mitológica sobre la que escribieron el aristocrático novelista argentino autor de Bomarzo, y el historiador español ganador del Premio Planeta en 1987.
3. Escritora británica, fundadora del feminismo, casada con el filósofo inspirador del anarquismo, suegra de un importante poeta romántico y madre de la novelista que relató la terrible historia de Frankenstein.
4. Nombre del venenoso reptil que acabó con la vida del personaje histórico que sedujo a Julio César y a Marco Antonio y ha sido encarnado en el cine por Elisabeth Taylor y Monica Bellucci.
5. Denominación que se da a un hallazgo afortunada que se produce cuando uno está buscando realmente otra cosa. En realidad el término fue acuñado en uno de sus cuentos por el autor de El castillo de Otranto, y sirve de título a una película de 2001 protagonizada por John Cusack.