Revista cultural de la Biblioteca del IES Arjé



jueves, 8 de diciembre de 2011

La Máquina del Tiempo, de H.G. Wells

Después de haber explorado en anteriores ediciones de "La Biblioteca de Babel" ( mirar en Secciones del blog, a la derecha) la imprescndible Antología de la literatura fantástica que imaginara Borges, nos corresponde hoy afrontar una de las piezas más poderosas del conjunto de la literatura fantástica: La Máquina del Tiempo, del físico, matemático, historiador y novelista británico H.G. Wells, sin duda la más fascinante exploración de la cuarta dimensión que se haya hecho jamás en literatura. La novela, publicada en 1895 sigue hoy tan apasionante como entonces y aún es posible que haya cobrado inusitadas lecturas (algunas en clave política). Lo indudablemente cierto es que Wells (autor de algunas de ficciones tan populares como El Hombre Invisible, La Guerra de los mundos o la impagable Isla del Dr. Moreau) dibujó en La Máquina del Tiempo no sólo una espléndida novela de aventuras sino también en un certero retrato moral de un desesperanzador futuro, dominado por la desidia, el miedo y la molicie de la eterna y bella juventud sin ilusiones de los Eloi, espejo no demasiado trucado de la narcisista juventud actual.
Imaginad, sólo por un instante, la posibilidad de estar en posesión de la máquina que nos permite tener el tiempo en nuestras manos; viajar cuatro siglos al pasado o veinticinco minutos al futuro. Imaginadlo sólo por un momento. Algunos nostálgicos quizá prefiriéramos el pasado, pero la mayoría, como el propio Wells, se sentirían más atraídos por el futuro, por el destino posible de esta nuestra civilización. Wells imaginó ese viaje antes que nadie, y Bradbury, Orwell o Ballard son hijos literarios suyos, pero también lo son pasatiempos cinematográficos como Regreso al Futuro o Atrapado en el Tiempo. En realidad la máquina de Wells daba para mucho. En definitiva, éste es un libro que no debe faltar ni en esta nuestra Biblioteca de Babel ni, por supuesto, en la tuya, pero que, por si acaso, está disponible en la Biblioteca del Instituto, para que puedas emprender tu viaje por el tiempo sin salir del espacio que más frecuentas.
La novela de Wells, además de dar nombre a la sección de Historia de La Torre de Papel, ha inspirado algunas películas, en general bastante flojas (la protagonizada por Rod Taylor en los 60 ilustra este artículo) y casi todas las apocalípticas elucubraciones sobre el futuro que ha dado lugar el S.XX, desde Farenheit 451 a 1984 y su Gran Hermano, y todas, como se puede observar, eran bastante pesimistas. Se ve que los seres humanos no prometemos nada bueno ¿por qué será?

lunes, 6 de junio de 2011

Ecuación literaria nº 6, la última


Aquí va la última de las ecuaciones culturales que os ha ido proponiendo La Torre de Papel a lo largo del curso, con objeto de probar vuestra pericia deductiva, inquietud cultural y conocimientos librescos, además de vuestra desenvoltura resolviendo pesquisas como investigadores culturales. Enhorabuena a todos los merodeadores de la Torre que han decidido viajar con nosotros a este "Mundo Sumergido" que hoy termina. Con todo, aún queda el redoble final: veremos quién es capaz de resolver esta última propuesta.

Hoy buscamos un libro. Este libro se publicó el mismo año en que falleció un poeta nicaragüense que escribía azul, y en el que nacía un arriesgado poeta español que pedía la paz y la palabra. El libro que hoy buscamos es también de poesía. Un año después de la publicación de este libro, Rusia tuvo su más famoso y revolucionario mes de Octubre. Nuestro libro se escribió justo cien años después de que naciera una de las hermanas escritoras más célebres de la literatura inglesa, la autora de Jane Eyre, y de que un gran pintor romántico alemán pintara el cuadro que ilustra esta entrada. Por si aún no lo sabes, el libro del que hablamos, que es producto de un viaje, se escribió exactamente trescientos años después de la muerte del escritor español que figura en las monedas de 50 céntimos, y su autor alcanzó a ganar el Premio Nobel justamente 40 años después de haberlo escrito. ¿De qué libro hablamos?

miércoles, 1 de junio de 2011

Libros en la carretera


No recuerdo muy bien quién dijo (aunque tengo por costumbre endosarle a Oscar Wilde todas las citas dudosas) aquello de “todos los libros cuentan lo mismo: el paso de la adolescencia a la madurez”. Justo. O por decirlo de otro modo: el paso desde cuando sientes que nadie en el mundo te entiende, a cuando comprendes al fin que es al mundo al que no hay quien lo entienda. En realidad, todas las novelas buenas son así, “de aprendizaje” (los alemanes utilizan un palabro rarísimo “bildungsroman”: novelas de construcción o conocimiento). Pero dentro de estas, hay varios subgéneros: uno de los más interesantes son las novelas de carretera. A ellas vamos a dedicar "el Guardián" de este mes, para que, ahora que acaba el curso y se inician a su vez tantas otras cosas, nadie olvide que el movimiento se demuestra andando, y que las carreteras, aunque a veces puedan parecernos largas, llevan siempre a algún sitio.

Las novelas “de carretera” (no confundir con “mapas de carreteras”) en realidad son libros que en el fondo no cuentan más que un viaje, sólo que la persona que lo realiza al final acaba no pareciéndose ni a sí misma. La verdadera patria de las novelas de carretera ha sido sin duda EE UU, un país lleno de autopistas y de tipos perdidos. A veces incluso de tipos perdidos en la autopista. Supongo que tendrá algo que ver todo ese rollo del “far west”, de la conquista del oeste con tipos duros que se curten cruzando praderas infinitas mientras sobreviven a toda clase de peligros emboscados.

La más famosa novela de este estilo la escribió Jack Kerouac en un rollo de papel continuo largo en si mismo como una carretera, y así se llamaba, de hecho: En la carretera (traducida a veces como “en el camino”). Y le salieron mil imitadores queriendo contar ese viaje loco que cambia tu vida para siempre. Incluso Julio Cortázar escribió con mucho cachondeo una novela de “carretera”, Los autonautas de la cosmopista. Pero no nos engañemos, los dueños del género han sido siempre los yanquis (aunque la mejor novela “de carretera” americana, Lolita, la escribiera en realidad un ruso, Vladimir Nabokov). Títulos hay muchos: desde maravillas como Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta de Robert M. Pirsig (libro de cabecera de infinitos viajeros entregados a conocerse a si mismos viajando en trenes de tercera clase) hasta desfases como Miedo y asco en Las Vegas de Hunter S. Thompson (obra fundacional del periodismo gonzo, en que el cronista usa sobre si mismo las prácticas más delirantes) . No obstante, yo sentí siempre predilección por El guardián entre el centeno de J. D. Salinger, una increíble novela de carretera “a pie”, y por La conjura de los necios de John Kennedy Toole, desquiciada y heroica novela "underground", donde ninguno de los inolvidables personajes que la pueblan va, en realidad, a ningún sitio, pero no paran de dar vueltas durante todo el libro.

Aunque si hemos de buscar los antecedentes de tan singular subgénero en realidad Don Quijote era ya una espléndida novela de carretera, o de... veredas, donde un chiflado con ideales y un campesino sin tierras se recorren los caminos de España hasta caerse muertos… de desilusión. Y, si así nos ponemos, es probable que la mejor novela de carretera de todos los tiempos no se desarrolle en la carretera sino en el mar: es La Odisea, de Homero, el más alto viaje al interior de uno mismo que vieron los siglos pasados y podrán ver los venideros.
P.D. El cuadro del principio, Rieles al atardecer, corresponde a otro ilustre explorador de nuestros interiores, el también norteamericano Edward Hopper.

jueves, 26 de mayo de 2011

El camino




Ya que tenemos en esta nuestra biblioteca ideal a un gran poeta rural, vamos a incorporar a ella también un novelista, el escritor vallisoletano Miguel Delibes, fallecido en Marzo de 2010. Aunque, lo difícil, en este caso,sería escoger, de entre los suyos, un libro en especial, pues todos rayan a gran altura. De entre los mejores, El príncipe destronado, sobre la sensación de desplazamiento que sufren los hijos mayores cuando nace su hermano pequeño; o Los Santos Inocentes, una singular novela rural ¡de vanguardia! que cuenta, sin necesidad de ningún punto ortográfico, una tremenda historia de sumisión y clasismo.
Nosotros, en cambio, nos hemos decidido por El Camino, un título de 1950, tan sencillo como la historia de unos traviesos niños ("el mochuelo", "el moñigo" y el "tiñoso") en un pueblo manchego de posguerra. Entre las virtudes de este libro imprescindible están las de ser un canto a esas cosas que definitivamente se van perdiendo como lágrimas en la lluvia: el mundo de la infancia, ahora tan sacudida por la publicidad y la televisión (ahora todas las niñas quieren ser "spice girls" y los niños "backstreet boys"; ¡qué pena, qué de sensaciones maravillosas se pierden!); la sencillez y la humildad, absolutamente arruinadas hoy en este tan narcisista mundo nuestro; y el mundo rural, con sus hermosos secretos hoy despreciados en esta estresante vida moderna donde nos da verguenza casi ser "de pueblo", y donde todas las ciudades aspiran a ser descomunales Manhattans engullendo lo que encuentran a su paso.
Con un manejo admirable de la lengua española, escrita y hablada, Miguel Delibes nos ofrece en El Camino una inolvidable lección de vida, que estará presente en nosotros, aunque él haya dejado ya de estarlo. Si no lo habéis leído ya estáis tardando...

viernes, 13 de mayo de 2011

Paul Weller, the changingman

Aunque últimamente se haya intentado su “resurrección”, tanto en su versión más palúdica y de “ojos azules” (Amy Winehouse, Craig David, o Duffy), como en otra vertiente más enérgica y racial (Alicia Keys, Joss Stone...), si el soul, hoy por hoy, tiene un hijo en la tierra, ese es, sin duda, Paul Weller. Y lo es, sobre todo, porque ha sabido aderezar a la profunda raíz soul de su música, la energía del rock, la banalidad sólo aparente del pop y la actitud estética del mundo “mod” dentro de un estilo inconfundible. En realidad, quizás es tan sólo eso: estilo. Paul Weller no es sólo el músico de los 70 en activo que mejor ha soportado el paso (y el peso) del tiempo, adaptándose como un verdadero camaleón a todas las tendencias sin perder su esencia, sino que es una de las figuras más importantes de la música popular de nuestro tiempo. Quizá el padre y el hijo, y el espíritu santo de la música actual.
Pagó su tributo a la música punk que se estilaba en su Inglaterra natal con la fundación en los últimos 70 de The Jam, grupo mítico donde los haya. Pero, paradójicamente, los Jam eran el canto de cisne de una tendencia ya en declive, y su defunción la firmaba un veinteañero apenas, sin complejos y algo narcisista.
(aquí están los Jam haciendo apología del underground en unos de sus "singles" mod por excelencia)







The Style Council, que Paul fundó ya en los 80, se parecía mucho más ya al verdadero Paul Weller. Aunque haya sido un grupo en general muy mal tratado, The Style Council, que suena para mí a pura adolescencia (con el eco melancólico de lo definitivamente perdido), es el más grande grupo pop de la historia (excepción hecha de los Beatles), y discos como “Café bleu”, o “Confessions of a pop Group” no harán sino confirmarlo. Los Council combinaban la ingenuidad y las, a veces duras, enseñanzas de la vida en un entramado musical riquísimo mestizo con el soul, el pop, el funk, y el aire cool de los adolescentes intelctuales de los 80.
(Aquí podéis verlos en directo con su clásico "The lodgers". Atención al peinado de Paul y a la impetuosa belleza de Dee C. Lee, su mujer de entonces)




Lanzado ya a su aún muy viva carrera en solitario, Weller encadenó varias obras maestras de esa música tan suya que mezcla R & B, rock, funk, pop y, sobre todo, soul, mucho soul: “Paul Weller”, “Wildwood”, “Stanley Road”, “Heavy Soul”. .. son discos demoledores, piezas maestras de un siglo que terminaba. Y, lo más importante, conquistaban imparablemente la modernidad recurriendo a lo más antiguo.

En lo que va de siglo Weller, que parece haber firmado un pacto con el diablo, no sólo parece más joven que nunca, sino que está continuamente dando a luz discos inaugurales, piezas del puzzle siempre inacabado del futuro. “Studio 150”, reconfortante modernización de sus temas favoritos de siempre, “As is now”, o su última hazaña, “22 dreams”, no nos dejarán mentir.






De “Ocean Colour Scene” a “Franz Ferdinanz”, pasndo por infinidad de grupitos souleros, muchos son los que se han declarado discípulos del maestro, the “father mod”, Paul Weller, pero ninguno tiene su estilo, su irresistible “feeling”, su explosiva manera de sonar siempre más moderno que nadie.


Bonus track: por si alguien dudaba de la profundidad soul de la música de weller, aquí lo tenemos en directo haciendo una versión del himno souler por excelencia: "what´s going on" de Marvin Gaye. De nada:

lunes, 9 de mayo de 2011

Ecuación literaria nº 5. De habla hispana.


El hipercalifragilístico concurso de investigación literaria "El Mundo Sumergido" ataca de nuevo. Esta vez con la 5ª de las ecuaciones culturales, para las que, como siempre, deberéis demostrar vuestra pericia resolviendo todos los enigmas planteados.

Hace ahora justo doscientos años, y el mismo año en el que nacía el gran compositor húngaro de la imagen, se proclamaba también la independencia de un importante país de Hispanoamérica, del que llegó a ser presidente algún tiempo después un importante escritor, autor de una de las grandes novelas en español del S.XX (recientemente convertida en tele-novela). Su mandato como presidente, que duró poco tiempo, se inició el año de la muerte de un gran lider espiritual hindú, símbolo mundial de la paz. El autor del que estamos hablando publicó su obra maestra el año del "crack" o primera gran crisis económica, y murió el mismo año en que el hombre pisó por la luna por primera vez. ¿de quién estamos hablando?

sábado, 30 de abril de 2011

Los Olvidados




Es curioso que la literatura, que se inventó para que no nos olvidáramos de las cosas, esté curiosamente llena de autores olvidados, autores cuyos nombres nos suenan menos que los de los componentes del equipo de waterpolo de Burkina Fasso. Y es pena porque parece que en esto de la literatura se ha impuesto también lo de "Los 40 Principales"; esto es: te repito mil veces la canción hasta que te parezca buena, así que si no te suena es porque es mala. Por eso, si en El Guardián de Marzo hablamos de escritores que buscaron a propósito ser olvidados, hoy catalogaremos aquellos que se merecían algo más que la pesada losa que el olvido dejó caer sobre ellos.
Empezando por el principio. En la antigüedad hay ya un olvido imperdonable: el de Hesíodo, que menos mal que no alcanzó a ver cómo Homero se llevaba toda la fama y a él no le quedaban ni las migajas, que si no Los Trabajos y los Días lo escribe su tía. Otro caso que se las trae es el del más grande de los poetas medievales, Omar Khayyam, al que le tocó ser persa en un mundo cristianizándose a toda mecha, así que de sus increíbles Robbayatt ni a dios (ni a alá) muy buenas.
En el cambio del S.XIX al XX hay tres olvidos casi delictivos: el primero el novelista y poeta suizo Robert Walser, sin el que Kafka no sería nada, y al que, después de escribir obras maestras como El Ayudante o Jakob Von Gunten, le dio tiempo de volverse loco y vivir ¡30 años sin hablar! en un manicomio de Herissau. Así que ni él estuvo para hablar en su favor. Otro que tal baila: Knut Hamsun, que en Noruega debe ser Dios, pero ¿a quién le interesa un dios noruego? Antes de recibir el Premio Nobel escribió Hambre, y después de recibirlo Pan, pero ni la una ni la otra le dieron de comer, para qué engañarnos. Aunque tal vez el caso más triste sea el del francés Jules Renard, porque él sí buscó con ahinco una fama que le fue esquiva. Contemporáneo y maestro de Maupassant, Flaubert, Mallarmé o Toulouse-Lautrec, escribió un monumental Diario en el que se queja a menudo de la penosa cárcel del desprecio y del olvido ("sé que todos los grandes hombres fueron ignorados en vida, pero yo no soy un gran hombre, así que preferiría ser famoso inmediatamente", escribió).
Entre nosotros la verdad es que el catálogo de raros y olvidados es bastante copioso. Está el decadente Alejandro Sawa, borrachuzo genial que se perforó el estómago cuando en realidad lo que pretendía era perforar las entrañas de la sociedad burguesa. O el boxeador anarquista Andrés Carranque de Ríos, que pasó de estibador de barcos a estrella de cine mientras escribía La vida difícil. O el espantoso gordo Antonio de Hoyos, marqués de Vinent, modernista y dandy, frecuentador de chulos y torerillos de poca monta, y víctima incluso de palizas en oscuros callejones, que en El pecado y la noche hizo la crónica de las crónicas sobre la nocturnidad y su alevosía. O José Mas, autor de El rebaño hambriento de la tierra feraz, prodigiosa recreación de la historia de España, hoy inencontrable. Y, para acabar, todo un maldito: el novelista sevillano Alfonso Grosso, probablemente el mayor narrador español de su siglo y al que se negó el pan y la sal de la memoria por hacer descrito la cara oculta de todo el tinglado rociero en Con flores a María. Dejó algunas obras maestras como Florido Mayo o Un cielo difícilmente azul que para él en verdad fue casi negro.
Y sin embargo hay autores a los que, como a Elektra, les sienta bien el luto, y les pega ser mártires del olvido porque, como decía Oscar Wilde, hay que preferir siempre lo más trágico.

jueves, 28 de abril de 2011

Miguel Hernández



Retoñarán aladas de savia sin otoño /
reliquias de mi cuerpo que pierdo a cada herida.


Si los poetas, como decía León Felipe, no tienen biografía sino destino, el de Miguel Hernández fue uno de los más trágicos. Sacudido por miserias, pobreza, hambre, desprecios y mil mezquindades, Miguel ha pasado a la gran historia de la poesía sin ningún tipo de "marketing", sin "padrinos" (los poetas de la Generación del 27, como ya se sabe, fueron miserables con él, mirándolo por encima del hombro, como el "paleto" ese de pueblo, que escribía poemas). En definitiva, ha alcanzado el futuro sin nadie que hablara a su favor. Y sin embargo es acaso el poeta más verdadero que haya dado nuestra lengua: un poeta sin trampa ni cartón, un lírico de la entraña de la tierra, sin más recursos que su palabra, siempre encendida como una linterna. Apenas un puñado de versos sin artificio, libros magistrales como El Rayo que no cesa o Cancionero de ausencias, su ejemplo de lucha en las trincheras en las que se desangraba España ("para la libertad /sangro, lucho y pervivo", había dicho), y apenas este dibujo que le hiciera en la cárcel su compañero de celda Antonio Buero Vallejo, y nada más. Nada. No pudo. No le dejaron. Miguel nos dejó para siempre, a los treinta y dos años, una noche de Marzo para siempre oscura. Maestros rurales, aceituneros, niños yunteros, mujeres "del frente", sopas de cebolla y almendros florecidos fueron su paisaje; el nuestro la savia sin otoño de su palabra siempre viva.

miércoles, 20 de abril de 2011

Cometas

En la foto: el cometa Hale-Bopp

Los cometas siempre han atraído nuestra atención debido a sus movimientos, esporádicas apariciones y formas espectaculares y raras.
Halley fue quién empezó a estudiarlos, demostrando que los vistos en los años 1531, 1607 y 1682 eran en realidad el mismo y que sus apariciones se daban cada 75,3 años, aunque con algunas diferencias debidas a las perturbaciones producidas por Júpiter y Saturno fundamentalmente. En su honor, dicho cometa recibió el nombre de Halley.
A los cometas, desde la antigüedad, se les ha atribuido el papel de mensajeros de catástrofes. Así, el cometa Halley, quizás la estrella de los Reyes Magos, fue en 1456 “el culpable de la toma de Constantinopla” (por lo que fue excomulgado). En su vuelta en 1910, el anuncio de que el espectro de la cola del cometa mostraba la presencia del venenoso gas cianógeno, junto con las informaciones de que la Tierra atravesaría su cola el 19 de mayo de dicho año, provocó oleadas de pánico y suicidios. En su última aparición, a finales de 1985 y principios de 1986, fue recibido por cinco naves espaciales: dos de la ex-Unión Soviética (llamadas VEGA), dos de Japón (Suisei y Sakigake) y una de la Agencia Europea del Espacio (Giotto), que fue la que más se le acercó. En marzo de 1997 se produjo el suicidio colectivo de 39 jóvenes de EE.UU. de una secta (Puerta del Cielo) que veneraba a Internet y a los extraterrestres, ya que según su líder, de esa manera sus almas subirían a una nave espacial que se encontraba detrás del cometa Hale-Bopp. Dicho cometa pudo ser contemplado a simple vista durante 18 meses, siendo uno de los más brillantes que se han visto en décadas. Tan brillante que fue descubierto por dos astrónomos aficionados desde los EE.UU. (Alan Hale y Thomas Bopp) en agosto de 1995, 20 meses antes de alcanzar su perihelio (el máximo acercamiento al Sol).



Vemos en la fotografía como el cometa Hale-Bopp se podía contemplar a simple vista.

Los cometas provienen principalmente de dos lugares, la Nube de Oort, situada entre 50.000 y 100.000 UA del Sol (1 UA, unidad astronómica, es la distancia media de la Tierra al Sol), y el Cinturón de Kuiper, localizado más allá de la órbita de Neptuno. La Nube de Oort, origen de los cometas de periodo largo, es una nube esférica hipotética (no observada directamente) de cometas y asteroides que se encuentra en los límites del Sistema Solar, casi a un año-luz del Sol. Los cometas de la Nube de Oort se encuentran muy poco ligados gravitacionalmente al Sol. Algunos de ellos, a causa de la interacción con alguna estrella próxima, son impulsados en dirección al Sistema Solar Interior. Al Cinturón de Kuiper, con forma de disco, se le considera la fuente de los cometas de periodo corto. Ocasionalmente, la órbita de un objeto del Cinturón de Kuiper se ve perturbada por las interacciones de los planetas gigantes de tal forma que cruza la órbita de Neptuno, con lo que es muy probable que tenga un encuentro cercano con Neptuno, que lo expulsará del Sistema Solar o lo enviará a una órbita que cruce la de los otros planteas gigantes o incluso hacia el Sistema Solar Interior.
La órbita de un cometa puede ser una hipérbola, una parábola o una elipse. Si describe una elipse pasa periódicamente por las cercanías del Sol. El Hale-Bopp tiene un período de 2537 años.
Hay más de 600 cometas catalogados, de los que 100 son de corto período (con intervalo de pasos sucesivos por las cercanías del Sol menor de 200 años). Para la mayoría de ellos la distancia más cercana al Sol es de unas 0,8 UA. Se han observado algunos cometas a 0,01 UA de la Tierra. Algunos cometas incluso han impactado en la Tierra. Según algunas teorías científicas, los cometas que impactaron en la Tierra cuando ésta se formó pudieron haber traído multitud de elementos químicos.
La masa media de los cometas es muy pequeña, mil millones de veces menor que la masa terrestre.
Cuando un cometa está muy lejos de nosotros su irradiancia se debe principalmente a la reflexión de la luz solar. Cuando está más cerca tiene el aspecto de una pequeña nube que se difumina desde el centro a los bordes. Se llama coma o cabellera, donde se distingue una zona más brillante y puntual, el núcleo. Al acercarse al Sol, la cabellera aumenta de tamaño y brillo y desarrolla la cola. Ésta se inicia en el núcleo y atraviesa la cabellera siempre en sentido opuesto al Sol. La cola desaparece al alejarse el cometa del Sol. Algunos cometas desarrollan varias colas. En particular, en el Hale-Bopp se podían observar a simple vista dos colas, una de gas y otra de polvo, y con potentes instrumentos con filtros específicos se llegó a observar una débil tercera cola de sodio. Hoy en día, todavía no se ha establecido cual es el mecanismo principal responsable de la creación de esta cola
El núcleo es una inmensa bola de hielo impuro. El 50 % puede ser H2O y el resto NH3, CO, CO2, Fe, Ni, Ca y compuestos orgánicos, entre otros. Debido a la radiación solar se produce la evaporación del hielo y la fotodisociación de moléculas complejas.
El radio del núcleo varía de unos cometas a otros entre unos pocos kilómetros y hasta más de 160 km de diámetro. Las fotografías del núcleo del Halley tomadas por la sonda Giotto revelaron un cuerpo de forma irregular de aproximadamente 16 x 8 x 8 km. Pero el Halley es muy superado en tamaño por el Hale-Bopp, con un núcleo de unos 40 km de lado.
Las partículas de la cabellera salen lanzadas a algunos metros por segundo en sentido contrario al Sol, alargándola y formando la cola, fenómeno en el que intervienen la presión de la radiación solar, la fuerza gravitatoria y el viento solar. Según la composición química tenemos dos tipos de colas. Las del tipo I están constituidas fundamentalmente por gas ionizado. Se ven azuladas. Las del tipo II son amarillas y tienen un espectro idéntico al del Sol, lo que indica que existe un proceso de reflexión de la luz solar producido por los granos de polvo. Las dimensiones de las colas varían de un cometa a otro. En un mismo cometa varía su longitud según la distancia al Sol. En algunos casos alcanzan los 160 millones de kilómetros.
Los cometas pierden de un 0,2 a un 0,5 % de materia en el perihelio. El Halley perdió 16 toneladas de agua por segundo en su último paso por las cercanías del Sol. La pérdida de masa, o en ocasiones la desintegración, es responsable de muchas lluvias de estrellas conocidas. En 1846 el cometa Biela se rompió en dos pedazos, que se volvieron a ver muy juntos en 1852. Desde 1872 constituye la lluvia de estrellas conocida por biélida.

viernes, 8 de abril de 2011

Ecuación literaria nº 4. Literatura y cine


Bien. Vamos a por la cuarta de las ecuaciones literarias que, desde La Torre de Papel, venimos proponiendo a nuestros lectores más esforzados. De momento, como ya sabéis, la reina indiscutible de este concurso submarino es Mª José, pero me consta que, de EEUU a Loja, hay gente dispuesta a ponerle difícil la victoria. Vamos a ver si lo consiguen. Recordad que, como siempre, hay que responder correctamente todas las incógnitas planteadas. Suerte.


El mismo año en que se inventó el cine y se proyectaron en París las primeras películas de la historia, un gran escritor español, ya aparecido en nuestras ecuaciones, publicó en Madrid la triste historia de un cura desgraciado. Esa novela fue llevada al cine el mismo año en que se nombró Papa al más renovador de todos los que han ocupado el Vaticano. El director de esa película era un aragonés, exiliado en México, cuya primera película (base del surrealismo cinematográfico) fue rodada precisamente en París en colaboración con un extraño artista catalán, inventor de unos relojes que no eran sólidos. Según las malas lenguas esta película hacía referencia en su título a un amigo de los directores, poeta granadino por más señas, y miembro de una generación literaria que toma su nombre del mismo año en que se rodó esta famosa película, la cual tenéis en la imagen ¿De qué diablos estamos hablando?

lunes, 4 de abril de 2011

II REPÚBLICA: ESTAMOS DE ANIVERSARIO

Iniciamos hoy la andadura de la esperada sección histórica de la Torre de Papel titulada “La máquina del tiempo”. Y qué mejor forma de comenzar que con una efeméride. Sí, como ya habréis supuesto (sobre todo los alumnos/as de 4º de E.S.O.), cumplimos este mes de abril el 80 aniversario de la proclamación de la II República en España. Con motivo de este aniversario, vamos a hacer una reflexión de lo que supuso la República en la España de 1931.


El 14 de abril de 1931 se proclama la II República en España, ante el clamor popular por el cambio de régimen político y el consiguiente abandono del poder por parte de Alfonso XIII, respetando así el resultado de las elecciones municipales celebradas pocos días antes y que dieron la victoria a la coalición republicano-socialista sobre todo en las grandes ciudades y regiones industrializadas de España. Es un momento de grandes ilusiones y esperanzas para muchos españoles como solución a los graves problemas económicos, sociales y políticos que vivía España. Es el momento de llevar a cabo una profunda remodelación del escenario político español, con el intento de crear un proyecto para modernizar y democratizar la sociedad española. Por todo ello es uno de los períodos más fascinantes de la Historia Contemporánea española. Una época que se abrió con grandes expectativas de modernización y que como sabemos acabó en una violenta Guerra Civil que durante tres años enfrentó a los españoles. El debate sobre los motivos del fracaso de la II República española aún está abierto, y la historiografía (estudio crítico de la Historia) sigue analizándolo.


Nosotros vamos a centrarnos en los aspectos más positivos que la República introdujo en España durante los años que perduró, como por ejemplo, el logro que trajo la Constitución de 1931: la consecución del voto femenino por primera vez en España, y con ello el sufragio universal, que podemos consultar en el artículo 36 de dicha Constitución, y que fue fruto de un largo debate en las Cortes españolas entre las únicas dos diputadas en aquel momento, Clara Campoamor y Victoria Kent, y el resto de diputados. Además se intentaron poner en marcha en este período una serie de reformas, dando así respuesta a los deseos de la mayoría de españoles que buscaban ese cambio. En concreto, citaremos la reforma educativa, que nos toca más de cerca.


Con la reforma en la educación, se pretendían una serie de objetivos: conseguir una escuela primaria pública, obligatoria para acabar con el analfabetismo que imperaba en nuestro país en este momento, laica (ya sabéis, desligada de la Iglesia), mixta (que en las clases hubiese niños y niñas juntos), construir 27.000 escuelas y aumentar el número de maestros. Además se propuso cambiar el sistema de enseñanza, en lugar de la recitación de lecciones de memoria, se impulsó una escuela donde los alumnos eran los protagonistas y donde se trató de educar en la igualdad. La reforma educativa fue sin duda alguna, una de las grandes reformas, pero como sabéis, la guerra acabó con todas estas esperanzas en el terreno de la educación.
Hemos tratado aquí la reforma de la educación, pero para pediros vuestra participación en esta celebración, os haré una pregunta a la que deberéis responder rápido, ¿qué otras reformas se ponen en marcha durante la II República? Espero vuestras respuestas….

jueves, 31 de marzo de 2011

Esquivadores de fama

Hace poco más de un año que el huidizo, malencarado y a la vez genialmente sutil, J.D. Salinger (el inspirador del título de estas columnas) nos dejó para siempre, y con él desapareció quizá también una forma de entender la literatura al margen de exhibicionismos y vanidosos redobles. Frente al simplón mundo de hoy, lleno de tipos que malvenderían a su madre por cinco minutos de fama, él decidió huir del vulgar aplauso para buscarse a si mismo lejos de los focos. No quiso laureles ni portadas de periódico, ni minutos de publicidad. Prefirió el silencio. Pero no fue el único... Fernando de Rojas, judeo-español y de la Puebla de Montalbán, Toledo, fue el primer escritor de envergadura que decidió sacrificar la fama para salvarse. En su caso no era ninguna metáfora: se trataba de salvarse de la hoguera. En 1499 había escrito La Celestina, demoledora crítica a la sociedad burguesa que entonces nacía, con toques de humor negro, pornografía y psicología de masas. En cierto sentido, fue el primer escritor "underground". Todo un "friki". Tuvo el buen juicio de no poner su nombre al libro por si las moscas, aunque dejó para la historia uno de los más horribles poemas que jamás se hayan escrito: leyendo en acróstico la primera letra de cada verso se descubría la identidad secreta del autor. Y jamás publicó nada más. Cuando no tenía nada que decir prefería callar. Arthur Rimbaud, genio excéntrico y prematuro, es el segundo de nuestros esquivadores de fama. Poeta superdotado, a los quince años había revolucionado la poesía occidental con un puñado de versos inmortales. La gente lo adoraba. Fue el primer poeta "superstar" de la historia. Maniaco e impulsivo, a los dieciocho compuso Una temporada en el infierno y casi mata de un tiro a su amigo y amante Paul Verlaine. Luego decidió callar. Salió de la literatura por la puerta de atrás y sin apenas hacer ruido, para convertirse en empresario y tratante de esclavos. El poeta maldito acabó siendo un maldito negrero. Y dejó que todos lo olvidaran con la determinación del que huye del verdadero infierno. Otro que tal baila fue el espléndido escritor suizo Robert Walser, maestro y modelo de los más grandes escritores de su tiempo, que lo seguían en sus prolongados paseos como a un Mesías de la literatura. Harto de tanto "pelotilleo" y cansado del cínico mundillo literario, se retiró voluntariamente al manicomio más inhóspito de toda Europa, en Herisau, donde cuentan que vivió durante 25 años sin pronunciar palabra y fingiendo desconocer al escritor al que todos admiraban. El caso de J.D. Salinger no es menos singular, pues escribió sus obras maestras apenas al terminar la mili, que en su caso fue en la II Guerra Mundial. Pero Nueve cuentos y El Guardián entre el centeno eran obras maestras y el mundo entero se rindió a sus pies. Convertido a su pesar en ídolo de hippies y adolescentes enloquecidos (el asesino de John Lennon, por ejemplo, era su histérico admirador), decidió alejarse del mundanal ruido y desaparecer del mundo de los vivos. Durante casi sesenta años no se ha sabido dónde vivía ni de qué, por eso ha sorprendido tanto su muerte, porque en realidad nadie se imaginaba que aún estuviera vivo. La imagen que acompaña a estas líneas es la única foto que se ha publicado de él en todo este tiempo, y está intentando golpear a un periodista que le ha "descubierto". No se sabe si como homenaje a su maestro Salinger o como truco genial para evitar la notoriedad, el escritor Thomas Pynchon no ha divulgado más imagen suya que la de una foto de Primera Comunión y otra de espaldas. Así nadie tiene ni idea de quien es Pynchon fuera de sus libros (algunos geniales como La subasta del lote 49). Otro caso singular es el de Bruno Traven , el autor de El tesoro de la Sierra Madre (novela luego llevada al cine por John Huston con Humphrey Bogart de "star"), y que quiso a toda costa despistar a fans, cazatalentos y productores de cine. Lo más gracioso del asunto es que al parecer vivió haciéndose llamar Hal Croves, representante y único amigo del escritor Bruno Traven. Y ahí lo triste: el único amigo de Traven era, en realidad, el propio Traven. Con todo, el caso más singular de entre los autores que han buscado como sea darle esquinazo a la fama es, sin duda, el del novelista italiano Gesualdo Bufalino, un escritor secreto durante toda su apacible vida de profe de instituto, y que sólo al cumplir los setenta años se decidió a publicar las evanescentes y líricas novelas que había ido escribiendo durante toda su vida (Argos, el ciego; Calendas griegas...). La fama y los premios le llegaron cuando era demasiado viejo como para que pudieran molestarle.

viernes, 25 de marzo de 2011

Los Miserables

Novelones novelones hay muchos. Pero ninguno ostenta su categoría de "novelón" con la dignidad y la fuerza de Los Miserables, la obra maestra de Victor Hugo, el más grande gigante de la literatura francesa (con permiso de Balzac), y figura mayúscula de la literatura universal. Que nos perdonen los Tolstoi, Dostoyevsky, Galdós, Dickens, Manzoni o Jane Austen, pero Los Miserables no hay más que una.
No es ya sólo que esta obra inmortal haya dado lugar a gloriosos musicales o a mediocres adaptaciones cinematográficas (a pesar de Deppardieu), es que Los Miserables es la novela más completa que hayan visto los siglos pasados y podrán ver los venideros. Para empezar, más que novela es épica: la apoteosis del individuo frente a un mundo hostil y descaradamente egoista, pero es muchas más cosas. Es novela social contra la injusticia (ese pobre Jean Valjean condenado a prisión por haber robado un pan para comer); es melodrama (la trágica historia de la hermosa Fantina -¡Fantina, qué mujer!- vendiendo sus dientes para esquivar la miseria); es novela de misterio (la infatigable personalidad, tan imitada, del comisario Javert); es novela romántica (la hermosa historia de amor entre Mario de Ponmercy y la desvalida y huérfana Cossette); es novela histórica (de Waterloo a La Comuna: la historia moderna de Francia está ahí); es novela psicológica (las tribulaciones mentales de Valjean al ver condenado a un inocente por los delitos que él había cometido) y, por momentos, casi un "thriller" (esa dramática huida de Ponmercy, a hombros del ya viejo pero fuerte Valjean por el alcantarillado parisino). Es, en fin, novela política y novela poética. Hay tantas novelas dentro de Los Miserables...
Vale. Es gorda (unas 1200 páginas) y algo antigua (1862), pero quién dijo miedo. Es novela que ilumina una tarde gris y hace infinito un verano; un libro que nunca se olvida, y al que se vuelve siempre. De ella se sale como de un parque de atracciones, aturdido y entusiasmado. No me agradeceréis nunca lo bastante el habérosla descubierto. Y, desde luego, uno de los estantes de privilegio de esta vuestra Biblioteca de Babel (que tiene sucursal en la de el Instituto todos los recreos), debe estar ocupado, sin duda, por esta proeza humana, tan grande como una catedral, que se llama Los Miserables.

martes, 15 de marzo de 2011

Ecuación literaria nº 3. De mujeres, hombres y viceversa


Con el pretexto de la celebración el pasado día 8 de Marzo del día de la mujer trabajadora, vamos a proponeros la tercera prueba para alcanzar el reinado de "El Mundo Sumergido", cuya corona en la actualidad posee Mª José. No obstante, no se lo vamos a poner nada fácil, os lo aseguro. La corona siguen en juego. Aún hay muchos que aspiran a conquistarla.
Ahí va la pregunta. Como siempre hay que responder a todas las cuestiones.

Una gran escritora francesa y un famoso pianista y compositor polaco solían veranear juntos en cierto lugar de España. En el citado lugar nació más de un siglo después un popular deportista español cuyo apellido coincide con el título de uno de los más prestigiosos premios literarios españoles. La primera persona que ganó ese premio es la escritora de la foto, y lo hizo exactamente cien años después de que la escritora francesa publicara su obra maestra El pantano del diablo, y en el mismo año en que se proclamó presidente de un país con buenos aires un general muy famoso por su mujer (interpretada en el cine por Madonna). ¿De qué escritora francesa, y de qué pianista, y de qué lugar de España, y de qué deportista, y de qué general y su famosa mujer, y de qué premio literario, y su escritora ganadora estamos hablando?

viernes, 11 de marzo de 2011

Antes del combate: XVI Edición del Salón Internacional del Cómic de Granada

Hace tiempo me comprometí a escribir sobre cómics y tebeos pero por diversas circunstancias aún no he cumplido con mi palabra. Sin embargo, anuncio que ese día está muy cerca y para abrir boca os aviso de que todos aquellos que estéis interesados en este género podéis ir este fin de semana al Salón Internacional del Cómic de Granada.
El Salón Internacional del Cómic de Granada celebra este año a su decimosexta edición. Y para asistir a él basta con que os dirijáis a la Feria de Muestras de Armilla. Hasta el día 13 de marzo podréis no sólo comprar comics, sino también participar en distintas actividades (talleres, concursos, videojuegos, juegos de mesa, karaoke y cosplay) o conocer a algunos de los más famosos historietistas nacionales, e incluso, de talla internacional.
Además de las múltiples exposiciones dedicadas al cómic contemporáneo que podéis encontrar, hay una muy curiosa dedicada a Las Cantigas de Santa María del siglo XIII, consideradas como la primera novela gráfica de la Historia.
  No dejéis pasar la oportunidad de conocer el mundo del cómic desde dentro.

            Si te animas a ir o quieres saber más sobre lo que te cuento, visita la página:

                                        http://www.saloncomicgranada.com/

lunes, 28 de febrero de 2011

La otra andalucía

Quítese el sombrero, si lo usa. Descúbrase y bese la tierra que acaba de pisar. Dé gracias a Dios, si es creyente. Ha llegado usted a Andalucía. Y Andalucía es algo perfectamente serio...

Dejémoslo ya claro desde el principio: Andalucía no tiene nada que ver con el "duende", ni tiene "un arte que no se pué aguantá", ni encierra un "alma cantora" ni es poética de por sí, ni tiene un color especial... porque para hablar del "verde que te quiero verde" mejor lo dejamos. En realidad esos tópicos, y eso es ya de juzgado de guardia, han sido manufacturados por andaluces, deseosos de vender Andalucía como esa muñeca flamenca que se coloca sobre las televisiones; magos de la publicidad como los Álvarez Quintero, Alberti o Lorca (al que Borges, con mucho criterio, llamó "andaluz profesional"). Todo esto ha hecho mucho daño a nuestra tierra. Como si a fuerza de no poder ser ya otra cosa reivindicáramos para nosotros un arte intrínseco del que otras comunidades carecen. Algo así como "inútiles, pero con arte", que maldita la gracia que tiene, porque ha servido para "vender" como específicamente andaluza una literatura hecha de tópicos y falsedades folclóricas, una literatura ingeniosa, colorista y tan falsa como la Andalucía de cartón piedra que en Bienvenido, Mr. Marshall fabricaban para agradar a los norteamericanos. Así, con tanto "ozú", con tanto "ole, qué arte", con tantos lunares y volantes y "me casé con un enano, salerito, para hartarme de reir", Andalucía se ha convertido en el niño tonto pero con gracia que es necesario siempre en todas las comunidades de vecinos. En Andalucía ha tenido siempre prestigio la incultura y hasta se ha potenciado, con nuestro permiso, esa imagen de catetos graciosos que es, desgraciadamente, la etiqueta con la que nos vendemos al mundo. Desde hace ya mucho tiempo, en este país de todos los demonios, el andaluz es ese tipo que, en los chistes, es el más bruto de la reunión pero que... "es de gracioso cuando habla".
No obstante, a menudo se nos olvida que Andalucía es algo muy serio, y los mejores escritores de por aquí lo han demostrado siempre. Empecemos por Séneca, un cordobés que hace ya veinte siglos, nos habló sobre los peligros del excesivo amor a uno mismo, y que nos dejó obras geniales pero secas como el esparto (también muy andaluz, por cierto). El diálogo Sobre la felicidad sigue siendo insuperable.
También andaluz de Córdoba era Juan de Mena, otro tipo pesimista donde los haya y que dejó en el Laberinto de Fortuna (S.XV) una obra mayor de la poesía española, pero a menudo se nos olvida su grandeza porque, ay, es tan "poco andaluza" (esto es: profunda, bien escrita, y sin artificiales juegos de ingenio). Granadino fue el casi desconocido Diego Hurtado de Mendoza, un escritor admirable, al que se le atribuye el Lazarillo de Tormes, y que describió la realidad de su tiempo con ironía pero sin hacerse el gracioso (ni el "andalú"). También granadino, y de qué manera, fue Ángel Ganivet, ensayista de prestigio y amigo de Unamuno, suicida reiterado y prófugo andaluz, porque prefirió la seca reflexión sobre la condición humana a las cómodas gracietas y la guasa del inculto. Tampoco suele recordarse la condición andaluza de Luis Cernuda, un sevillano extraño, que desconfiaba de la hipocresía de tantos paisanos simpáticos a la cara y crueles hasta la puñalada por la espalda. Dejó libros de poesía geniales (Donde habite el olvido, Como quien espera el alba...) y se largó de España para morir en una tierra extranjera en la que, con todo, se sentía menos estafado que en la suya. No menos andaluza era María Zambrano, filósofa de altura y malagueña hasta las tripas, pero poco amiga de la Andalucía de charanga y pandereta que es la que parece haber hecho fortuna. Un novelista sevillano absolutamente olvidado es Alfonso Grosso (autor de la cita que abre este artículo), que escribió a menudo sobre la terrible verdad de nuestra tierra: pobre, hundida en la misera y en la incultura, pisoteada por terratenientes y falseada por los poetas, que en lugar de defenderla la convierten en una atracción de feria. Pero se ve que nadie quiso escucharlo, y novelas geniales como Con flores a María (una andanada impecable contra el tinglado rociero) fueron prohibidas primero y olvidadas después.
Y, por no seguir, mencionar de pasada a Fernando Quiñones, novelista gaditano y estudioso del flamenco, que nos dejó en títulos como Sexteto de amor ibérico lúcidas reflexiones sobre el olvido ancestral en que está sumida nuestra tierra, colonizada y explotada, y luego ridiculizada para impedir que se desarrolle. En la misma linea el novelista sevillano Isaac Rosa desmonta el tópico del andaluz saleroso con teribles novelas sobre el mundo implacable que nos rodea, como El país del miedo o El vano ayer.
Como no eran graciosetes ni superficiales, ni barnizaron la verdad con "poesía" a menudo se nos olvida que también fueron andaluces, y quizá de una manera más profunda y sincera.
Así que ya me diréis la gracia que tiene todo esto. De modo que en efecto, "andaluces, levantaos" es un lema que está muy bien, siempre y cuando no sea sólo levantar los brazos para bailar una sevillana, miralá cara a cara que es la primera... Hay tanto que hacer todavía.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Ecuación literaria nº 2, la andaluza


Con motivo de la próxima festividad del día de Andalucía, el 28 de Febrero, proponemos una nueva ecuación literaria para el inquieto grupo de mentes que luchan enconadamente por reinar en el Mundo Sumergido bajo esta nuestra Torre de Papel (advertimos, de paso, que, con el mismo motivo, el próximo Guardián entre el centeno tendrá también acento andaluz).
En fin, aquí va la cuestión, muy fácil, casi un regalo, pero para la que, como siempre, hay que resolver con corrección todo el planteamiento:

El autor del célebre "Canto a Andalucía" era 7 años mayor que un poeta onubense que mucho después alcanzó a ganar el premio Nobel de Literatura a los 75 años; era también 24 años mayor que el granadino autor de Bodas de Sangre, y 28 años más viejo que el poeta gaditano que escribió Marinero en tierra. Además tenía cierto parentesco con otro poeta que sólo recordaba de su infancia patios de Sevilla donde maduraban limoneros. Parentesco que era el mismo que el que tenían entre sí los autores de Las de Caín, que también eran andaluces pero no sabemos de dónde ¿De quién estamos hablando?

miércoles, 16 de febrero de 2011

Yo la tengo, reyes de la música subterránea



Con veinticinco años de carrera a su espalda, Yo la tengo (toman su nombre de la expresión en español que se vio obligado a aprender un jugador de baseball norteamericano para que lo entendieran sus compañeros hispanos), es hoy por hoy la joya oculta de la música independiente norteamericana; un grupo secreto, casi subterráneo, con un sonido absolutamente singular y al margen de todo lo establecido. Yo la Tengo son, indudablemente, los estetas del sonido indie, dueños de un sonido refinado y exquisito como pocos, y capaces de combinar con naturalidad la delicadeza con la contundencia, la hermosura y la fiereza.
Después de unos inicios muy en la linea de la Velvet Underground, consiguieron consolidar su sonido en esa obra maestra indiscutible que es Painful, en 1993. Un disco melancólico, pero a la vez profundamente energético. En Painful ya estaban la sentimentalidad pop (las melodías, las letras), la fuerza rockera (esas guitarras distorsionadas), la electrónica, el jazz y hasta el punk, pero sobre todo la declarada intención de grupo "raro", ajeno a las etiquetas, tendencia que fueron consolidando en sucesivas entregas como Electr-O-pura o su impagable I can hear the heart beating as one, de 1997, y que incluye uno de sus himnos, este "Autumn sweater":





Desde entonces, y entre el pop, la psicodelia y la electrónica, la banda ha continuado ofreciendo delicadas obras maestras como and then nothing turnself inside out (2000) o I´m not afraid of you, and I will beat your ass (2006) a su selecto grupo de seguidores, cada vez más consolidados como grupo de culto.

Escaso en apariciones públicas, nada pródigos en entrevistas y poco frecuentes en la feria mediática, Yo la Tengo siguen ofreciendo su singularísma música independiente, al margen de modas y por encima del tiempo.

Aquí os dejamos uno de sus escasos videoclips: "Sugarcube":



La extraordinaria calidad de la música de Yo la tengo se encuentra en la valentía vanguardista y en el mestizaje de estilos a menudo poco complementarios. El resultado, en cualquier caso, es prodigioso, una descarga sonora y un mapa para los sentidos. Una experiencia que no se puede olvidar tan fácilmente y que, sin duda, vais a agradecer a La Torre de Papel el que os la haya servido en bandeja. Por último, os dejamos con una paranoya muy del gusto del grupo: el tema original de la popular serie de animación "Los Simpsons", improvisado sobre la base del "Tomorrow never Knows" de The Beatles. Que aproveche. Y de nada:

domingo, 13 de febrero de 2011

Matisse y la Alhambra

Hasta el 28 de febrero todavía podemos visitar en el Museo de Bellas Artes de Granada, en el Palacio de Carlos V, la exposición “Matisse y la Alhambra”, que con motivo del centenario de su estancia en nuestra ciudad se puede ver en este recinto. Todo un acontecimiento artístico no solamente en Granada sino también en el ámbito expositivo nacional, ya que como es sabido los museos españoles carecen de piezas del artista fauvista francés, si exceptuamos algún caso como el de la colección Thyssen, cuya “Conversación bajo los olivos” también podemos admirar en la exposición granadina.

Es por tanto una oportunidad excelente para poder contemplar no solamente obras provenientes de varios museos del mundo, aquí reunidas, sino para poder ver juntas también, por ejemplo, una selección de sus odaliscas, hoy repartidas igualmente por salas de medio mundo, y disfrutar así de la fascinación que el pintor tenía por este y otros temas de gusto oriental.
Es este tema oriental el hilo conductor fundamental de la muestra, gracias a la visita que Henri Matisse (1869-1954) realizó a España entre noviembre de 1910 y enero de 1911. Este viaje no recaló únicamente en Granada, ya que también visitó diversas ciudades como Madrid, Sevilla, Córdoba, Toledo y Barcelona. En nuestro país pintaría una serie de bodegones junto a su amigo el pintor Francisco Iturrino, que podemos apreciar también en la exposición (imagen del cartel de la exposición, que aquí aparece), y en los que ya se aprecia el influjo decorativo que gracias a la visita a Granada desarrollará posteriormente.


Fue el descubrimiento de la firma del artista en el libro de visitas de la Alhambra el que propició la reconstrucción de su corto pero fructífero periplo granadino y la indagación en su estancia a través de la lectura de la correspondencia que también podemos ver aquí expuesta. En esos días en Granada (9, 10 y 11 de diciembre de 1910), Matisse, a pesar del mal tiempo que hubo de soportar (y que parece ser que fue uno de los motivos que le obligaron a marcharse antes de lo previsto) quedó lo suficientemente impregnado de la magia del monumento nazarí como para que esa huella quedara bien plasmada en sus creaciones artísticas desde la impronta y colorista visión fauve que vertebra su estilo, y enriqueciendo ese gusto por el arte islámico en general, y por el hispanomusulmán en particular, que ya le había dejado marca personal y artística desde su visita a la exposición internacional que se había celebrado en Munich pocos meses antes. En ella, alguna pieza, como uno de los imponentes jarrones nazaríes de loza de reflejos dorados, allí expuesto, ya había llamado la atención del pintor.
La explosión de color que impregna la obra de Matisse se complementa en las obras de la exhibición con los motivos de inspiración que completan sus composiciones, interpretando los motivos nazaríes que adornan textiles, cerámicas, celosías o yeserías, dialogando directamente con las pinturas, dibujos y litografías del artista, y que él integra de forma natural en sus obras. Uno de los momentos más interesantes de esta exposición, como hemos comentado, probablemente sea la serie de odaliscas.

Éstas se convierten en la cima de su visión orientalista, entroncando con la consolidada corriente que, proveniente de los viajeros románticos del siglo XIX, mezcla ese punto de vista más soñado que real y en el que el sur de España, y en general el Mediterráneo de pasado y presente islámico, se convierten en fuentes esenciales para la imaginación de los artistas. Cerrando la exposición, aparece una cita del propio Matisse, que afirmó: “La revelación me vino de Oriente”. Y en ese Oriente, en el que Matisse incluirá sus posteriores viajes a Marruecos, el recuerdo de la Alhambra se dejará sentir, mostrar y fusionar con el resto de influencias en su obra posterior. No os la perdáis.

viernes, 11 de febrero de 2011

Palabras para San Valentín


El Jurado del concurso de Cartas y poemas de amor con motivo del día de San Valentín, y depués de dos jornadas de deliberaciones sin alcanzar la unanimidad, ha resuelto:

"Conceder el Primer Premio en la categoría de poesía a Joel Alexis Sinisterra Castro (1º ESO-D) por el atrevimiento rítmico y conceptual de su poema "Si tan solo me dejaras un minuto...", presentado bajo el seudónimo de Colombia.
Asimismo, y dada la calidad de los originales presentados, el Jurado acuerda conceder dos accésits o segundos premios a los siguientes participantes: Irene Carmona Granados (1º ESO-C), por la capacidad de modernizar a Lope de Vega de su poema "Estar enamorada es...", que concurrió al concurso con el seudónimo de Valentina Donnald, y Yessica del Espino Fernández (1º ESO-C), por la profundidad de sentimiento de su composición "Amor de mujer", presentada bajo el seudónimo de Maribel Muñoz.
En el apartado de Cartas de Amor, el Jurado acuerda conceder un único premio a la trabajada y personal epístola "Algo" de Anais Hernaiz Ruiz (3º ESO-C) que participaba bajo el seudónimo de Nicky Dark Love.
El primer premio de cada categoría está dotado con un cheque de 30 euros en material escolar; los dos accésits con 15 euros cada uno".

domingo, 6 de febrero de 2011

Ecuación literaria nº1. Música, historia y literatura

Comenzamos hoy el hipercalifragilístico concurso cultural de La Torre de Papel que titulamos "El Mundo Sumergido" y en el que los concursantes tendrán que realizar las más variadas operaciones para conseguir que suban a la superficie las respuestas a los enigmas planteados. Recordad que, como en toda ecuación que se precie, hay que resolver correctamente todo el planteamiento antes de llegar al resultado final. Por ser la primera, y para ir calentando motores, comenzamos con una muy fácil.

El mismo año en que el compositor alemán sordo que ilustra esta entrada estrenó la más heroica de sus sinfonías, tuvo lugar también una famosa batalla naval que da título al primero de la serie de libros históricos escritos por un gran novelista español nacido en las Palmas de Gran Canaria. Este autor, que nunca ganó el Premio Nobel de Literatura, es autor también de una estupenda novela titulada con los nombres de dos mujeres. La segunda de estas dos mujeres es tocaya de otro escritor español que sí ganó el Premio Nobel de Literatura en 1922. ¿De qué escritor hablamos?

domingo, 30 de enero de 2011

Perro semihundido de Goya. Una invitación a la reflexión

Si bien una obra de arte es única, gracias a nosotros puede convertirse en una obra distinta, diferente, porque una sola obra podrá ser tantas como miradas confluyan en ella. Esto es lo que intentaremos mostrar en la sección que estrenamos en La Torre de Papel: la mirada del que aquí escribe, pero también la mirada de los otros curiosos internautas del planeta “arjestre” que observen esa misma obra y la interpreten, a su vez, desde su propia óptica. Por tanto, Arjeartis es una pequeña muestra de lo que el mundo del arte puede depararnos dentro y fuera de este blog. Un arte que para que esté vivo necesita de nuestra mirada, de nuestra asistencia a las exposiciones y a los museos, cuyas piezas renacen con nuestra visión. Así, como punto de partida de nuestra sección te invitamos a la participación y a comentar lo que a ti también te sugiere cada obra.
Hemos elegido Perro semihundido (1820-1823), de Francisco de Goya (1746-1828), del conjunto de sus Pinturas Negras (hoy en el Museo del Prado), por diversas razones. Sobre todas ellas, pesa sin duda alguna la fuerza expresiva y la turbación que transmite, y por ello se convierten en más que razones fundamentales. Ningún artista hizo algo parecido en ese momento. Goya llega a la cima de su expresividad artística en las obras con las que decora la residencia que adquiere a las afueras de Madrid, la Quinta del Sordo, y allí da rienda suelta a todos sus fantasmas. Ese mundo subconsciente, pleno de sagacidad, nos lo presenta a través de escenas de brujería, aquelarres y grotescos personajes que no son sino el testimonio pictórico de toda una metáfora plástica, como lúcido espectador, de los convulsos tiempos en los que le tocó vivir. Todo ello más cerca de una crónica negra que de la oscuridad que puedan tener los propios temas representados. Son un terrible reflejo de su atormentado mundo interior en un momento de su vida en que atisba lo que serían sus instantes finales, de enfermedad y exilio. Y es que el pintor decidió rodearse de estas escenas en su propia casa y mucho de su originalidad, riqueza y genialidad responde a que su misión no fue otra que el propio disfrute, tanto en el propio proceso de libertad creativa, como en el de su visión decorativa y estética posterior, repleta también de ironía. Y he aquí que aparece, entre todas esas escenas, la inquietante imagen de esta figura animal, entre los tonos ocres, amarillos y grisáceos de la pintura.
Nos llama la atención este perro, empequeñecido, apenas asomando entre la materia pictórica que parece asfixiarle y que también nos angustia a nosotros. ¿Qué quiso decirnos Goya con esta obra? Te invitamos a plasmar tu propia mirada…

Antología de la literatura fantástica




Este libro es una Enciclopedia. O mejor: una biblioteca entera. No en vano uno de sus autores, Jorge Luis Borges, fue bibliotecario mayor del Reino de Buenos Aires, y se quedó ciego catalogando libros, lo que no le impidió -Beethoven de la literatura- seguir inventando bibliotecas imposibles en imaginarios mundos posibles. Los otros dos autores, Adolfo Bioy y Silvina Ocampo (pareja en lo artístico y en la vida real), también eran unos embaucadores de marca mayor. Y los tres se propusieron en 1965, seleccionar en este libro lo mejor de la literatura fantástica y de terror, un género que, en realidad, es anterior a la literatura misma. Así, desde la Biblia hasta Julio Cortázar recopilaron este catálogo de horrores para mostrarnos el revés oscuro de lo posible pero, en realidad, lo que consiguieron fue una recopilación de la mejor literatura de todos los tiempos y en cualquier género. Por eso, en este libro, lo fantástico es una cuestión más cualitativa que de caracter.


Como en toda enciclopedia o Biblioteca que se precie, conviven los autores clásicos o indiscutibles (Petronio, don Juan Manuel, Rabelais, Maupassant, Poe, Kafka, H.G. Wells) con otros más modestos, ignorados o hasta inventados (como ese escurridizo Barry Perowne, que firma en "Punto Muerto" un alegórico "thriller" al más puro estilo Borges). De manera que, en cierto modo, este es también un libro trampa o juego, además de una curiosa historia de la literatura alternativa. El resultado de este batiburrillo es ciertamente espectacular: un libro que puede leerse entero o a plazos, al derecho y al revés; en orden cronológico o en “flash back”. Y un libro inolvidable que te atrapa una vez para no soltarte ya nunca.


El somellier que escancia hoy para vosotros esta excepcional bodega que es Antología de literatura fantástica, se atreve a recomendaros especialmente algunos caldos para su degustación inmediata: “La pata de mono” de W.W. Jacobs es el cuento más terrorífico de la historia, además de una metáfora sobre lo circular de la pobreza; “Los donguis” de Juan Rodolfo Wilcock, plantea una lúcida visión sobre el más ridículo de los Apocalipsis; “Tlön, Uqbar, Urbis Tertius” de Borges nos sitúa en el vértigo de lo posible con una facilidad que parece imposible; “Ante la ley” de Kafka es el primer Saw del cine de terror, además de inventar el juego de las muñecas rusas con mala leche; “el destino es chambón” de Pilar de Lusarreta es uno de los más felices descubrimientos del libro, no sólo por su lenguaje sino por su peripecia. Pero, sobre todo, quien esto escribe ni pudo ni ha podido nunca resistir la estremecedora pesadilla que Villiers de L´Isle Adam perpetra ante nuestros atónitos ojos en “La esperanza”. Siete páginas de espanto de las que se tarda en salir siglos.


Buen provecho.

miércoles, 19 de enero de 2011

Científicos españoles: esos grandes olvidados

En la foto: Mariano Barbacid

Un día pregunté a unos alumnos si conocían el nombre de algún científico español actual. Mi sorpresa fue mayúscula cuando me di cuenta de la dificultad que tenían para nombrar a algún científico español de cualquier época.
Es verdad que los investigadores científicos en España nunca han estado muy bien tratados (gran esfuerzo pero sueldos escasos, inestabilidad laboral, bajos presupuestos para sus investigaciones,…), pero a pesar de ello desde nuestro país hemos hecho y seguimos haciendo grandes aportaciones a la Ciencia. También existe la creencia general de que en España no se hacía ciencia hasta principios del siglo XX cuando Santiago Ramón y Cajal obtuvo el Premio Nobel por descubrir los mecanismos que gobiernan la morfología y los procesos conectivos de las células nerviosas. Pues bien, en la historia de nuestro país ha habido grandes científicos, sobre todo en el siglo XVI, cuando estábamos a la cabeza mundial de la técnica. Contábamos entonces con científicos e ingenieros brillantes pero poco conocidos. Dos de ellos, Juan de Celaya y Domingo de Soto, siguen siendo desconocidos incluso para muchos de los interesados por la ciencia española, a pesar de sus importantes aportaciones en el campo de la Física.
Es bastante difícil encontrar información sobre el valenciano Juan de Celaya (1490-1558). No suele aparecer como entrada ni en las grandes enciclopedias. Sin embargo fue capaz de enunciar la Primera Ley de Newton o Primer Principio de la Dinámica (una de las leyes más importantes de la física) ¡un siglo antes que Newton! ¿A qué este nombre sí nos suena?
Según nos dice Eduardo Battaner, Catedrático de Astronomía y Astrofísica de la Universidad de Granada, en su libro “Física de las Noches Estrelladas“: “Todos los países tienen la tendencia a atribuir a algunos de sus pretéritos hijos los grandes descubrimientos. Nosotros parece que no. Menéndez Pelayo nos cuenta que Juan de Celaya era escolástico degenerado, recalcitrante y bárbaro. ¡Injustos epítetos para el científico que enunció por primera vez una de las leyes más importantes de la Física!” Más adelante, Battaner también nos recuerda que gracias a que Juan de Celaya enseñó en París, donde gozaba de gran prestigio, conocemos hoy su importante contribución a la Ciencia. Durante su estancia en Francia escribió numerosas obras, sobre todo acerca de la Física de Aristóteles y el movimiento (tanto en Cinemática como en Dinámica). También publicó numerosos trabajos sobre Lógica y Filosofía y terminó su carrera como rector de la Universidad de Valencia.
Juan de Celaya había impartido clases en el Colegio de Santa Bárbara de París, donde tuvo como alumno a Domingo de Soto (1494-1570). Aunque más conocido que Juan de Celaya, muy escasos son los trabajos que han tratado la aportación a la Física de este ilustre segoviano. Domingo de Soto fue quien primero estableció que los cuerpos en caída libre (sin rozamiento) llevan una aceleración constante, lo que fue esencial para el estudio de la gravedad por Galileo y Newton. Hay que resaltar que hoy en día Galileo (1564-1642), quien realizó grandísimas aportaciones en muchas ramas de la Ciencia, es celebrado por haber obtenido este resultado ¡50 años después de Domingo de Soto! Con respecto a las experiencias de Galileo sobre el movimiento de los cuerpos, seguro que nos suena la anécdota (hoy generalmente considerada como inverosímil) de Galileo contradiciendo a Aristóteles mediante el procedimiento de lanzar distintos pesos desde lo alto de la Torre de Pisa y comprobando que dichos pesos llegaban al suelo al mismo tiempo. Sí se considera más creíble que en lugar de realizar dicha experiencia, utilizó planos inclinados y estudió el movimiento de esferas sobre ellos, siendo los resultados los mismos.
Además de otras importantes aportaciones científicas, Domingo de Soto escribió numerosas obras de Teología, Derecho, Filosofía y Lógica.
Con respecto a la pregunta que hice a mis alumnos, ahí van tres nombres de científicos españoles actuales candidatos al Premio Nobel por sus investigaciones en el campo de la Física, Química y Medicina:
Juan Ignacio Cirac (Director de la División Teórica del Instituto Max Planck de Óptica Cuántica, en Alemania): físico sobresaliente, nacido en 1965, que destaca en el campo de la Física Cuántica. Ha desarrollado sistemas de ordenadores cuánticos que en un futuro revolucionarán la Informática por su posibilidad para realizar enormes cálculos y permitir unas comunicaciones mucho más seguras y eficaces.
Mariano Barbacid (Director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, en España): bioquímico y oncólogo, nacido en 1949, que consiguió aislar un gen humano mutado que nunca se había aislado anteriormente y que podía causar cáncer. Es una autoridad mundial en la lucha contra el cáncer.
Toribio Fernández Otero (Investigador del Centro de Electroquímica y Materiales Inteligentes, de la Universidad Politécnica de Cartagena): nacido en 1951, es un químico mundialmente conocido por sus investigaciones en la síntesis, propiedades y aplicaciones de los polímeros conductores. Estos materiales ofrecen enormes posibilidades. Gracias a las investigaciones de este científico, en 1992 se desarrollaron los primeros músculos artificiales, músculos sensores del ambiente y con sensibilidad táctil.
¿Y si el día de mañana tu nombre aparece en esta lista? Para conseguirlo debes empezar haciendo caso a Albert Einstein: “Nunca consideres el estudio como un deber, sino como una oportunidad para penetrar en el maravilloso mundo del saber”.

domingo, 16 de enero de 2011

Diez experiencias que cambiarán tu vida (y puedes encontrar en una biblioteca)


Aquí van, así del tirón, diez libros que van a cambiar tu vida sin necesidad de ir al psiquiatra o a "Pekin Express". Libros que, sin dudarlo, te van a dejar unas calles más cerca del paraíso de lo que lo estás ahora. Un "piercing" para el espíritu. Palabra del guardián.
Para no andarnos por las ramas: Tao Te Ching . Es el mejor libro del mundo. Nada va a ser igual después de leerlo, ni la cara del panadero. Lo escribió Lao Tse, un sabio chino que, según la leyenda, pasó cien años en el vientre de su madre. Vamos, un tipo cuanto menos paciente, pero que nació ya anciano, y sabiendo tela. Si aún no lo has leido te estás perdiendo tu libro favorito.
Y de los griegos Sófocles, cuyo Edipo Rey machaca fácilmente cualquier "thriller" de acción de ahora.
Hay dos clásicos españoles que dejan con la boca abierta a quien los lea, ya sea de Belicena o de Wisconsin: La Celestina, obra tal vez "demasiado humana" del judío español Fernando de Rojas, que escapó de la inquisición gracias a un divertido juego de adivinanzas; y Don Quijote de la Mancha de don Miguel de Cervantes, que recibió cañonazos de turcos y cornadas de hambre, y llegó a componer la más alta novela que han visto los siglos contando la historia de un chiflado en el país de la crueldad.
No hay que olvidarse tampoco de un misterioso hombrecillo inglés que empezó limpiando teatros y acabó escribiendo un puñado de obras fundamentales. Si tengo que destacar alguna diría El Rey Lear, la historia de un rey que tenía tres hijas... Sí, sí ¿a qué parece que empieza normalito? Pues ya veréis ya... Como ya habrá adivinado el lector atento se trata de William Shakespeare, que murió mirá tu por donde el 23 de Abril de 1616, el mismo día de Cervantes, al que no conocía de nada, por cierto. Dos genios con tanto en común y sin ni siquiera haberse saludado. Desde luego, no somos nadie...
Y de los franceses, Honoré de Balzac. Su Papá Goriot es la novela más desquiciadamente heroica que puedas echarte a la cara, como un puñetazo de rabia encima de una mesa coja.
Delgada como una anoréxica pero contundente como un guerrero sumo es La metamorfosis, del enfermizo oficinista checo Franz Kafka, que habla de cucarachas y de hombres, o de cómo los hombres podemos acabar como cucarachas.
Y por último un póker de ases: La conjura de los necios, de John Kenedy Toole, donde no hay ni un personaje al que no le falte un tornillo; el libro que da título a esta sección, El guardián entre el centeno, de J.D. Salinger, un tipo tímido y escurridizo al que nadie ha visto la cara jamás, y puede estar en cualquier parte. Quizá sea tu vecino. Y al fin, Farenheit 451 de Ray Bradbury, terrible parábola de un mundo sin libros, contra el que estamos dispuestos a enfrentarnos. Nuestra base de operaciones será la biblioteca. ¡Lectores del mundo, uníos!