Revista cultural de la Biblioteca del IES Arjé



miércoles, 20 de abril de 2011

Cometas

En la foto: el cometa Hale-Bopp

Los cometas siempre han atraído nuestra atención debido a sus movimientos, esporádicas apariciones y formas espectaculares y raras.
Halley fue quién empezó a estudiarlos, demostrando que los vistos en los años 1531, 1607 y 1682 eran en realidad el mismo y que sus apariciones se daban cada 75,3 años, aunque con algunas diferencias debidas a las perturbaciones producidas por Júpiter y Saturno fundamentalmente. En su honor, dicho cometa recibió el nombre de Halley.
A los cometas, desde la antigüedad, se les ha atribuido el papel de mensajeros de catástrofes. Así, el cometa Halley, quizás la estrella de los Reyes Magos, fue en 1456 “el culpable de la toma de Constantinopla” (por lo que fue excomulgado). En su vuelta en 1910, el anuncio de que el espectro de la cola del cometa mostraba la presencia del venenoso gas cianógeno, junto con las informaciones de que la Tierra atravesaría su cola el 19 de mayo de dicho año, provocó oleadas de pánico y suicidios. En su última aparición, a finales de 1985 y principios de 1986, fue recibido por cinco naves espaciales: dos de la ex-Unión Soviética (llamadas VEGA), dos de Japón (Suisei y Sakigake) y una de la Agencia Europea del Espacio (Giotto), que fue la que más se le acercó. En marzo de 1997 se produjo el suicidio colectivo de 39 jóvenes de EE.UU. de una secta (Puerta del Cielo) que veneraba a Internet y a los extraterrestres, ya que según su líder, de esa manera sus almas subirían a una nave espacial que se encontraba detrás del cometa Hale-Bopp. Dicho cometa pudo ser contemplado a simple vista durante 18 meses, siendo uno de los más brillantes que se han visto en décadas. Tan brillante que fue descubierto por dos astrónomos aficionados desde los EE.UU. (Alan Hale y Thomas Bopp) en agosto de 1995, 20 meses antes de alcanzar su perihelio (el máximo acercamiento al Sol).



Vemos en la fotografía como el cometa Hale-Bopp se podía contemplar a simple vista.

Los cometas provienen principalmente de dos lugares, la Nube de Oort, situada entre 50.000 y 100.000 UA del Sol (1 UA, unidad astronómica, es la distancia media de la Tierra al Sol), y el Cinturón de Kuiper, localizado más allá de la órbita de Neptuno. La Nube de Oort, origen de los cometas de periodo largo, es una nube esférica hipotética (no observada directamente) de cometas y asteroides que se encuentra en los límites del Sistema Solar, casi a un año-luz del Sol. Los cometas de la Nube de Oort se encuentran muy poco ligados gravitacionalmente al Sol. Algunos de ellos, a causa de la interacción con alguna estrella próxima, son impulsados en dirección al Sistema Solar Interior. Al Cinturón de Kuiper, con forma de disco, se le considera la fuente de los cometas de periodo corto. Ocasionalmente, la órbita de un objeto del Cinturón de Kuiper se ve perturbada por las interacciones de los planetas gigantes de tal forma que cruza la órbita de Neptuno, con lo que es muy probable que tenga un encuentro cercano con Neptuno, que lo expulsará del Sistema Solar o lo enviará a una órbita que cruce la de los otros planteas gigantes o incluso hacia el Sistema Solar Interior.
La órbita de un cometa puede ser una hipérbola, una parábola o una elipse. Si describe una elipse pasa periódicamente por las cercanías del Sol. El Hale-Bopp tiene un período de 2537 años.
Hay más de 600 cometas catalogados, de los que 100 son de corto período (con intervalo de pasos sucesivos por las cercanías del Sol menor de 200 años). Para la mayoría de ellos la distancia más cercana al Sol es de unas 0,8 UA. Se han observado algunos cometas a 0,01 UA de la Tierra. Algunos cometas incluso han impactado en la Tierra. Según algunas teorías científicas, los cometas que impactaron en la Tierra cuando ésta se formó pudieron haber traído multitud de elementos químicos.
La masa media de los cometas es muy pequeña, mil millones de veces menor que la masa terrestre.
Cuando un cometa está muy lejos de nosotros su irradiancia se debe principalmente a la reflexión de la luz solar. Cuando está más cerca tiene el aspecto de una pequeña nube que se difumina desde el centro a los bordes. Se llama coma o cabellera, donde se distingue una zona más brillante y puntual, el núcleo. Al acercarse al Sol, la cabellera aumenta de tamaño y brillo y desarrolla la cola. Ésta se inicia en el núcleo y atraviesa la cabellera siempre en sentido opuesto al Sol. La cola desaparece al alejarse el cometa del Sol. Algunos cometas desarrollan varias colas. En particular, en el Hale-Bopp se podían observar a simple vista dos colas, una de gas y otra de polvo, y con potentes instrumentos con filtros específicos se llegó a observar una débil tercera cola de sodio. Hoy en día, todavía no se ha establecido cual es el mecanismo principal responsable de la creación de esta cola
El núcleo es una inmensa bola de hielo impuro. El 50 % puede ser H2O y el resto NH3, CO, CO2, Fe, Ni, Ca y compuestos orgánicos, entre otros. Debido a la radiación solar se produce la evaporación del hielo y la fotodisociación de moléculas complejas.
El radio del núcleo varía de unos cometas a otros entre unos pocos kilómetros y hasta más de 160 km de diámetro. Las fotografías del núcleo del Halley tomadas por la sonda Giotto revelaron un cuerpo de forma irregular de aproximadamente 16 x 8 x 8 km. Pero el Halley es muy superado en tamaño por el Hale-Bopp, con un núcleo de unos 40 km de lado.
Las partículas de la cabellera salen lanzadas a algunos metros por segundo en sentido contrario al Sol, alargándola y formando la cola, fenómeno en el que intervienen la presión de la radiación solar, la fuerza gravitatoria y el viento solar. Según la composición química tenemos dos tipos de colas. Las del tipo I están constituidas fundamentalmente por gas ionizado. Se ven azuladas. Las del tipo II son amarillas y tienen un espectro idéntico al del Sol, lo que indica que existe un proceso de reflexión de la luz solar producido por los granos de polvo. Las dimensiones de las colas varían de un cometa a otro. En un mismo cometa varía su longitud según la distancia al Sol. En algunos casos alcanzan los 160 millones de kilómetros.
Los cometas pierden de un 0,2 a un 0,5 % de materia en el perihelio. El Halley perdió 16 toneladas de agua por segundo en su último paso por las cercanías del Sol. La pérdida de masa, o en ocasiones la desintegración, es responsable de muchas lluvias de estrellas conocidas. En 1846 el cometa Biela se rompió en dos pedazos, que se volvieron a ver muy juntos en 1852. Desde 1872 constituye la lluvia de estrellas conocida por biélida.

2 comentarios:

  1. Muy interesante. No sabía que los cometas estuvieran tan asociados a las catástrofes. Lo que está claro es que los cometas han sido muy apreciados culturalmente. Desde la lluvia de estrellas que, según la mitología, dejó embarazada a Dánae,hasta grupos de Rock and Roll como "Bill Halley and the comets", o programas infantiles de los 80 como "La cometa Blanca" (que jugaba con las dos acepciones de la palabra). Y es que los cometas son muchos cometas, sí señor.

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  2. Es bastante interesante el tema de los cometas, de hecho me ha sorprendido que la lluvia de estrellas se originase por los cometas que se rompen y eso. También me ha interesado sobre el suicidio de los alumnos de esa Secta, me gustaría informarme sobre ese tema. Un saludo!

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